martes, 24 de diciembre de 2013

Crisis y bocaditos palaciegos

Abugattás y Otárola están sentados, alrededor de una mesa en un salón de Palacio de Gobierno. Ambos  se encuentran ansiosos, expectantes, esperando la llegada del presidente Humala, pero –sobre todo- de los famosos bocaditos palaciegos. Humala se sienta en la cabecera de la mesa y los mira fijamente.


-Señores, buenas tardes. He convocado a este gabinete de crisis porque…-se detiene y mira a alrededor- ¿Cómo? ¿ Marisol (Espinoza) todavía no llega?
-No –dijo Otárola- es más me dijo que de repente no venía porque estaba terminando un encargo.
-Pero qué le pasa, ¿qué puede ser más importante que una convocatoria del presidente?
-Bueno, es que está haciendo un informe para Malka Maya.
-Ah bueno.
-Hablando de eso, Presidente –dijo Otárola- ¿no le parece mal que esta chica gane 14 mil soles mensuales?
-Te recuerdo que ella tiene todo el respaldo de Nadine.
-Por eso digo, ¿no le parece mal que la pobre gane tan poco?

Humala dio un suspiro.

–Mejor concentrémonos en nuestra reunión -dijo Humala y luego siguió- Les decía que  estamos en una crisis total. Según las últimas encuestas, más del 60% desaprueba mi gestión. Quiero saber qué opinan y, sobre todo, qué podemos hacer.
-Es por el caso de López Meneses –dice Abugattás.
-Es posible, porque también dice que más del 60% piensa que yo sabía de la vigilancia a la casa. Entonces, ¿qué opinan?
-Bueno –dijo Abugattás, mirando a Otárola- nosotros pensamos lo mismo.
-No, me refiero a qué opinan de la desaprobación.
-Bueno –dijo Abugattás- yo creo que no solo es por el caso López Meneses, también tiene que haber influido el informe PISA, ese que pone al Perú último en comprensión lectora.
-Sí sé cuál es- dijo Humala- lo leí, pero la verdad no entendí mucho.

Abugattás alza los hombros.

-Aquí lo imporante –dijo Humala- es que habíamos quedado en que este gabinete de crisis debía actuar rápido y solucionar los principales problemas del gobierno, pero hemos fallado.
-Tiene razón, señor presidente-dijo Abugattás- ¿qué le parece si  formamos otro gabinete de crisis para afrontar el problema del gabinete de crisis?
-Olvídalo Daniel ¿Otra sugerencia?

Una pequeña mano se levanta con fruición.

-Sí,  Fredy, te escuchamos.
-Presidente, ¿por dónde estaba el baño?

Humala frunció el ceño y  le señaló un pasadizo.

-Pero vamos –dijo alzando las manos- acaso no podemos generar una sola buena idea.

Abugattás alza la mano y el Presidente asiente.

-Tengo que decirle que usted se ha equivocado Presidente.
-Vaya –dijo Humala- al fin alguien con valor.
-Así es, hasta donde recuerdo el baño está por el otro pasadizo.

Humala mueve la cabeza,  contrariado.

En ese momento, ingresa Nadine. Se acerca al sillón de Humala. En seguida el presidente se para, le da el asiento y se queda de pie junto a ella.

-¿Y cómo va la reunión? –preguntó Nadine.
-Mal, estamos discutiendo el tema de mi desaprobación y no sabemos cómo enfrentarla.
-Mira, no te preocupes. Te aseguro que la navidad y el año nuevo van a disipar todo.

Entonces Otárola regresa, saluda a la primera dama y se sienta.

- Bueno, me voy –dijo Nadine.
-¿Así tan rápido?  -dijo Humala, frunciendo el ceño- ¿a dónde vas?

Nadine miró a los congresistas y dibujó una sonrisa impostada. Luego volteó hacia Humala.

-Tengo una reunión con Ketin Porta.

La primera dama se despide rápidamente y camina rumbo a la puerta del salón. Humala sale detrás de ella: “¿Y ese asesor es nuevo?...Nadine…escúchame, Nadine”.

Abugattás y Otárola se quedan solos en el salón. Abugattás mira entristecido la marcha de Humala.

-Qué lástima –dijo y luego miró a Otárola- ¿no te parece una pena todo esto?
-Sí pues,  Daniel –dijo Otárola, resignado- nos volvimos a quedar sin bocaditos. 

Publicado en la revista Velaverde Nº43

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