Yo, el que habla, César Acuña, dueño del club Universidad César Vallejo, presidente regional y padre de La Libertad, modelo de estatuas y suegro de Brunella, hago de conocimiento público lo siguiente:
-Días atrás, mi hijo Richard apareció en mi oficina muy preocupado porque Paolo Guerrero, hijo de doña Peta y flamante fichaje del club, quería romper el contrato que había firmado con nosotros. Yo le dije: “Richard, tranquilo. Felizmente le saqué una copia”.
-Viendo que los problemas continuaban y no se llegaba a ningún acuerdo, decidí, como si fuera Serpost, tomar cartas en el asunto. Entonces, llamé a mi hijo para contarle mi propuesta. Que si Guerrero no quería trabajar de manera presencial en Trujillo, podría hacerlo de forma remota. Lamentablemente, no se pudo ahondar en esta salida porque la comunicación se cortó de forma repentina.
-Finalmente, luego de varias reuniones, Guerrero comprendió que no siempre se puede salir con la suya, que a veces la vida le deja de sonreír a uno y que la derrota le puede llegar a cualquier mortal, incluso a él. En suma, comprendió que no le quedaba otro camino más que aceptar vivir en una mansión, tener a su disposición un jet privado y aceptar, aunque no quiera, un sueldo de 120 mil dólares. No siempre se puede ganar.
Fuente: El Otorongo (Peru21)
