lunes, 29 de septiembre de 2014

De Susana, Belmont y afines

En el local de Diálogo Vecinal, la oficina central del comando de campaña tiene las paredes cubiertas con  afiches de “Susana sí se atreve”. Dos pizarras de corcho plagadas de cuadros estadísticos, un mapa de Lima garabateado y  chalinas verdes por doquier terminan de poblar el lugar. En la mesa de trabajo, ubicada al centro de la oficina, Susana Villarán y Augusto Rey se encuentran en silencio.

De pronto Gustavo Guerra-García irrumpe en el lugar.

-Vaya Gustavo –dice Susana, mirándolo- hace un buen rato que te estamos esperando.
-Perdona Susanita, es que me vine por el corredor azul.

Villarán hace una mueca de disgusto y se pasa la mano por la frente.

-Bueno muchachos –dice Susana, con voz apagada- falta poco para las elecciones y no levantamos cabeza.
-Susanita, tú tranquila –dice Guerra-García-. Estoy seguro que vamos a remontar las encuestas. Además, nada es imposible.
-Eso es-agrega Rey.
-Lo importante es el espíritu, la convicción.
-Totalmente de acuerdo.
-Vamos  a ganar estas elecciones por el bien de Lima y del Perú.  Y no descansaremos ni nos amilanaremos ante nada ni nadie.
-Gracias Gustavo –interviene Susana-. Me has devuelto la moral.
-De nada Susanita. A ver, cuántos puntos nos lleva Castañeda.
-40.
-Ah ya fuimos entonces.

Susana se echa para atrás. Rey mueve la cabeza de un lado.

De pronto suena el teléfono de Rey.


El rostro de Rey primero es tenso, expectante, luego, paulatinamente, con el celular pegado a su cabeza, su sonrisa va creciendo.

-No me lo van a creer –dice apenas cuelga, casi atropellando sus palabras.
-¿Qué pasó? –pregunta Guerra-García- ¿Castañeda renunció?
-No.
-Vamos, Augusto –dice Villarán-. Habla que me tienes en ascuas.
-Me acaban de decir que estamos primeros en la última encuesta.

Susana sonríe se pone de pie y abraza a Gustavo. Luego reacciona y se vuelve a sentar.

-¿Primeros?
-Sí.
-¿Ipsos? ¿CPI? ¿Datum?
-No, RBC.

Guerra-García frunce el ceño, se sienta y se rasca la cabeza.

-Pero esa encuestadora es nueva, ¿no?
-No, no es una encuestadora. RBC es el canal 11, el canal de Belmont.
-¿Ese canal todavía existe?
-Claro –dice Rey.
-Ah bueno, no importa, igual lo podemos usar –dice Guerra-García-. Hay que hacerlo rebotar lo más pronto posible.
-Espera, pero si resulta ser una encuesta poco seria esto nos puede estallar en la cara. Mejor hay que preguntarle a nuestro asesor español.
-No, Susanita. Hay que difundirla nomás.
-No Gustavo. Hay que consultar a nuestro asesor.

Susana mira a Rey. Este saca su celular y empieza a marcar.

-Voy a llamarlo a ver qué opina.
-¿Estás segura? –pregunta Guerra-García-. Ese tipo cobra por cada consulta adicional. Y encima cobra en dólares.
-Llámalo nomás –dice Susana.

Rey empieza a hablar. Mientras le cuenta los pormenores al asesor español, Villarán y Guerra-García lo observan.

-Bueno, ya está. Está sumamente preocupado.
-¿Cree que la encuesta puede ser una trampa?
-No, está preocupado porque todavía no le depositan su sueldo.
-¿No te dije, Susanita? Este señor todo lo ve dinero.
-Espera Gustavo. ¿Y no te ha dicho nada más?, pregunta Susana.
-Bueno sí –dice Rey-. Me dice también que está averiguando si la tendencia es a subir.
-¿La tendencia de nuestra candidatura?
-No, la del dólar.

Susana se coge la chalina y le da una vuelta más. Guerra-García y Rey se miran. De pronto Guerra-García se levanta y observa a Villarán.

-Susana, olvídate de ese asesor. Mira, si tienes dudas sobre la encuesta. Vamos al canal 11 y hablemos con Belmont.
-¿Donde Belmont? Bueno, está bien. Esta misma tarde iremos.

En las instalaciones de RBC Televisión, Villarán y Belmont se encuentran sentados en una pequeña oficina. La alcaldesa mira con curiosidad el único cuadro que adorna las paredes
.
-Es nuestra licencia de funcionamiento –dice Belmont-. Ya venció por supuesto pero de aquí no nos saca nadie.

Villarán sonríe.

-¿Algo para comer? –pregunta Belmont.
-No, gracias Ricardo, acabo de almorzar.
-No, pregunto si nos has traído algo para comer. Digo, para compartir con nuestro equipo. Tú sabes, estamos un poco escasos de recursos.
-Caramba Ricardo, me habían dicho que el canal estaba en problemas, pero no pensé que la situación fuera tan crítica.
-Las dificultades nunca faltan, pero eso sí, déjame decirte. Somos un canal pobre, pero honrado y positivo. Por eso vamos a salir adelante. Ya estamos en plena campaña de “El auspiciador del Pueblo”.
-¿Y cómo es eso?
-Invitamos a los televidentes al set. Los hacemos aparecer en pantalla unos minutos.
-¿Salen en vivo?
-Sí, pero a veces no sabemos. De las tres cámaras que tenemos solo funciona una y ni siquiera sabemos cuál. El caso es que en los comerciales les explico que necesitamos auspiciadores y, con suerte, alguno se anima. Y así logramos que nos auspicien los ciudadanos de pie.
-Los ciudadanos de a pie dirás.
-No, de pie. Es que ya ni sillas tenemos.

Villarán mueve la cabeza y da un largo suspiro.

-Bueno Ricardo, espero que soluciones tus problemas.
-Claro, más bien tú no quieres colaborar con nosotros.
-No gracias, yo era una de las que compré acciones de tu canal, así que ya te puedes imaginar.

Belmont carraspeó.

-Bueno Ricardo, mira, yo venía por el tema de la encuesta. Se suponía que Gustavo también iba a estar aquí, pero seguro se ha empecinado en venir por el corredor azul.
-Si viene por ahí llegará mañana.

Villarán carraspeó.

-Bueno, hablemos de una vez mejor. Me dicen que aquí han hecho una encuesta donde estoy primera.
-Ah sí, claro –dice y toma un papel que estaba sobre una mesita-. Aquí justo tengo la encuesta. Estás primera con 40.
-¿40%? ¿Tanto?
-No, 40 llamadas.
-¿Llamadas? ¿Es una encuesta telefónica?
-Exacto.

Susana abre más los ojos.

-Ah bueno, eso cambia las cosas.
-¿No estarás desconfiando de nosotros  Susana?
-No, claro que no Ricardo, pero si salgo con esta encuesta en los medios me van a hacer leña.
-Tú tranquila. Mira, todo está bien justificado. –le dice y le entregó el papel.

Villarán recorre con la mirada el papel.

-¿Estás seguro de estos datos?
-Totalmente.
-Pero aquí dice que Castañeda está último. Hasta el loco de los drones le gana.
-Claro, Susana. Es la voz del pueblo.

La alcaldesa frunce el ceño mientras concentraba la mirada en otra parte del documento.

-Pero Ricardo, aquí dice que el universo de encuestados es 100 mil –dice devolviéndole el documento a Belmont.
-Ah sí, bueno, en realidad han sido 100 llamadas pero hay una nueva técnica estadística que permite esas proyecciones. Se llama “conteo impulsivo”.
-Ya veo, ¿entonces no hay problema en que difunda la encuesta?
-Ningún problema. Siempre y cuando cites a la fuente.
-Claro, a RBC.
-No, nosotros recibimos las llamadas pero no hemos hecho      los cálculos.
-¿Entonces quién los ha hecho?
-La gente de la UPC.
-Ah ya, la universidad. Mejor, así nadie cuestionará los números.
-Déjame ver -dice y mira el papel-.No, no es la universidad, es una consultora.
-¿Una consultora?
-Sí, aquí dice...UPC: Urresti Percepción y Cifras. ¿La conoces?

Publicado en la revista Velaverde Nº83

sábado, 27 de septiembre de 2014

Chuponeo S.A. (Susana Villarán y Gustavo Guerra-García)



Susana Villarán: Aló Gustavo.

Gustavo Guerra–García: Hola Susanita. ¿Cómo estás? Seguro que más tranquila con la encuesta del canal de Belmont.

SV: Al contrario.

GGG: ¿Pero no decía que estábamos primeros?

SV: Estábamos. Ahora dice que nos pasó Arteta. La verdad ya estoy dudando de su seriedad.

GGG: ¿De la seriedad de Arteta?

SV: No, de la encuesta. No hay caso Gustavo, con tu reforma del transporte nos fuimos abajo. Fíjate que en la última encuesta de Ipsos Perú  también seguimos bajando. Y tú sabes bien quién es el culpable de esto.

GGG: Lo sé Susanita, pero no podemos hacer nada contra Alfredo Torres.

SV: Me refiero a ti, Gustavo. Ha sido un error esto del corredor azul.

GGG: Lo hubieras preferido verde, ¿no?

SV: No, Gustavo. Todos están de acuerdo con la reforma, pero dicen que el diseño ha sido muy malo. Yo pensé que eras un experto en transportes.

GGG: Yo pensé lo mismo.

SV: ¿Y entonces tú no hiciste el diseño?

GGG: Sí, pero con el asesoramiento de un grupo de expertos.

SV: No sabía que habías contratado asesores.

GGG: Y yo no sabía que trabajaban para Orión.

SV: Pero Gustavo, finalmente, ¿cuándo estará todo listo? Mira que ya se vienen las elecciones.

GGG. No te preocupes Susanita. Según mis cálculos, de este año no pasamos.

Publicado en El Otorongo (Peru21 - 26.09.2014)

lunes, 22 de septiembre de 2014

El contrato de Huanchaco

Hace un par de semanas, a este humilde columnista le llegó un documento que involucraba a un congresista de la República. Estaba en plena verificación de los datos cuando estalló la noticia de que José León, peruposibilista y vocero del ecotevismo, le había alquilado una casa de playa a un mexicano narcotraficante.

De acuerdo a la Policía, el primer indicio que activó las sospechas fue que el mexicano, luego de haber vivido más de un año en Huanchaco, no tenía bronceado alguno. ¿Qué hacía tanto rato en el interior de la casa? El segundo y acaso definitivo indicio fue la droga que en ingentes cantidades ingresaba al domicilio. Grande fue la sorpresa de los policías que hacían vigilancia cuando vieron entrar a un congresista en la casa. “Nos sorprendió que solo fuera uno”, dijo una fuente policial.

Como se sabe, lo primero que declaró León a la prensa fue que la casa había sido alquilada a una peruana y que no sabía nada de ningún mexicano. “Ni si quiera sé quién es el Chavo”, señaló con énfasis.

En esa coyuntura, llamé al congresista León para informarle que iba a publicar un documento contundente en su contra, a ver qué tenía que decir. Sin embargo, por esos problemillas que suelen ocurrir –gracias Telefónica-, apenas León contestó, otra llamada ingresó y yo me limité a escuchar. Fue, lo que se diría, un chuponeo involuntario. Era la voz inconfundible de Toledo.

AT: Aló José. Dime, ¿qué está pasando? ¿Qué es eso de decir una cosa, después negarla y otra vez decir otra cosa?
JL: ¿Hablas de Ecoteva?
AT: Tú sabes que hablo del narco al que alquilaste tu casa. ¿Es verdad que no sabías que el mexicano era narco?
JL: No.
AT:¿No sabías?
JL: No, no es verdad.

A esto se suma la reciente declaración de la mujer que firmó el contrato de arrendamiento, quien asegura que León sabía de los negocios del mexicano.

Sin embargo, nada tan contundente como el documento que, en exclusiva, comparto a continuación:
                                                            





CONTRATO DE ARRENDAMIENTO


Conste por el presente documento, el contrato de arrendamiento que celebran, de una parte don José Inocencio León, congresista, identificado con DNI 12345678  domiciliado en el Edificio Ecoteva, en Surco; a quién en adelante se le conocerá como EL ARRENDADOR; y de la otra parte María Testa Ferra, de nacionalidad peruana, identificada con pasaporte mexicano, quien de ninguna manera representa a Rodrigo Torres Coca, de nacionalidad mexicana, empresario, exportador de yeso, a quien en adelante para fines de este documento se le denominará EL ARRENDATARIO, aunque para  fines de  semana se le podrá llamar simplemente EL CAPO:
        
PRIMERO

EL ARRENDADOR  es propietario del primer piso del inmueble; del segundo piso también. El inmueble consta además en el interior de una piscina que puede ser usada para relax, esparcimiento y poza de maceración.

SEGUNDO

Por el presente documento, EL ARRENDADOR da en arrendamiento el inmueble descrito en la cláusula anterior para ser usado única y exclusivamente como a EL ARRENDATARIO le venga en gana. Forma parte del presente contrato de arrendamiento el uso sin limitaciones del estacionamiento frontal del inmueble, que tiene espacio para poner dos vehículos o para poner hojas a secar.

TERCERO

 El plazo de duración del presente contrato es de 1 año, estando obligado EL ARRENDATARIO a entregar el inmueble intacto y limpio, aunque se tolerará la presencia de polvo, sobre todo si es de alta pureza. El plazo de duración puede acortarse abruptamente por decisión de EL ARRENDADOR, EL ARRENDATARIO o de la Dirandro.


CUARTO

La merced conductiva pactada de común acuerdo es de 1200 Dólares Americanos mensuales, que se pagarán el primero de cada mes en efectivo o en especias.


QUINTO

EL ARRENDATARIO entrega y EL ARRENDADOR recibe a su entera satisfacción a la suscripción del presente contrato, el importe de 2400 Dólares Americanos, por concepto de garantía, que cubrirá cualquier daño al inmueble o cualquier intervención policial.


SEXTO

EL ARRENDATARIO guardará las normas de conducta, respeto y consideración con la vecindad,  evitando llamar la atención y que se perjudiquen o pongan en peligro la operación. Se recomienda especialmente evitar ruidos que  levanten a los vecinos o que levanten sospechas.

SÉTIMO

EL ARRENDADOR podrá visitar el inmueble materia de arrendamiento de la forma más alegre y campechana posible. Asimismo, podrá departir con el ARRENDATARIO en comidas, celebraciones y fiestas.

OCTAVO

EL ARRENDADOR se compromete a dar todas las facilidades para la obtención de los permisos, licencias e insumos químicos que se requiera para el normal funcionamiento de la operación.

NOVENO

Finalmente tanto EL ARRENDADOR como EL ARRENDATARIO manifiestan bajo juramento no conocerse, no haberse reunido nunca ni volver a hacerlo.

Ambas partes declaran su conformidad con las cláusulas que anteceden y en tal virtud lo suscriben por duplicado en la fecha.


Huanchaco, 28 de julio del 2013


Publicado en la revista Velaverde Nº82

sábado, 20 de septiembre de 2014

Chuponeo S.A. (Juárez y Castañeda)




Patricia Juárez: Aló.

Luis Castañeda: …

PJ: Aló ¿Lucho? Habla nomás. Ya revisaron mi teléfono y no lo están chuponeando.

LC: Me tranquilizas. Bueno, viste que aunque empecé a hablar sigo arriba en las encuestas.

PJ: Sí, pero me preocupa que te sigan preguntando sobre Comunicore. No vayas a decir algo que nos arruine a todos.

LC: No pues, Patty. La gente no quiere la verdad.

PJ: No, según las encuestas, te quiere a ti.

LC: Así es. El único problema será que después, cuando sea alcalde, los perdedores van a querer vacarme y llenarme de denuncias.

PJ: Pero ahí entro yo.

LC: ¿A defenderme?

PJ: No, entro a la alcaldía. ¿No ves que soy tu teniente alcaldesa?

LC: Al menos ahora que estoy declarando me dejarán de decir mudo.

PJ: Pero no te dicen mudo porque no hables, sino porque no tienes palabra.

LC: Bueno, no importa lo que digan. Como dije en una entrevista, yo  me echo mantequilla y por eso todo me resbala.

PJ: Sí, pero te gusta más la mermelada, ¿no?

LC: Espera… ¿y ese zumbido? ¡Por Dios! Creo que nos están chuponeando.

PJ: No, tranquilo, ya te dije que vinieron a revisar.

LC: ¿Y de qué empresa eran?

PJ: De una que se llama Track o Business o algo así. ¿Por qué lo preguntas?

LC:…

PJ: ¿Lucho? ¿Estás ahí?


Publicado en El Otorongo (Peru21 - 19.09.2014) 

martes, 16 de septiembre de 2014

De Castañeda, tachas y estrellas

Estaba preparando las cosas para la parrillada, cuando en el televisor se anunciaba el inminente fallo del Jurado Nacional de Elecciones sobre la tacha contra la candidatura de Castañeda.

-No podría votar por él –me dijo Mariela mientras pelaba unas papas.
-Claro –le dije-. Por falta de confianza.
-Por falta de DNI más bien. ¿No te acuerdas que se me perdió?

No escuché bien lo que dijo porque estaba subiendo el volumen.

-Mira, ya van a dar el fallo.

Mariela se acercó.

-Falta mayonesa. Cómprate una por favor.

Me volteé a verla.

-Ya, pero espera. Quiero ver qué dice el fallo.
-Mejor anda de una vez –me dijo-. Además, no te demoras nada.
-Ya voy, pero antes te apuesto. Van a tachar a Castañeda.
-Ya te apuesto–dijo Mariela-. Yo digo que no. El que pierde fríe todo.
-Ya pues.

Salí y calculé que regresaría en un par de minutos como máximo. Crucé la pista, caminé una cuadra y llegué a la bodega del chino de la esquina, cuya peculiaridad era que en realidad no estaba en la esquina. Por suerte, me atendieron rápido. Salí de la bodega y me dispuse a volver a casa. Entonces, sucedió.




Sentí que una sombra me rodeó y, de pronto, fui elevado a gran velocidad. Entonces, miré hacia arriba y vi que estaba yendo hacia un agujero en medio de una especie de masa, segundos después supe que se trataba de la entrada a una nave espacial cuando vi el letrero que decía: "Entrada a la nave espacial".  Vi luego a un ser que no parecía humano, de apariencia extraña, lo cual no me sorprendió del todo considerando que tengo un par de amigos emos. Antes de que este ser pudiera reaccionar, mi cuerpo empezó a perder peso (cosa que no me disgustó). Empecé a flotar y avancé hasta descender sobre una camilla. De la nada, unas correas pequeñas surgieron y me aseguraron brazos y piernas.

Era un momento particularmente dramático e incierto. Sabía que cualquier cosa podría estar a punto de ocurrir. ¿El JNE ya habrá dado el fallo?, me pregunté angustiado.

De pronto, sentí que volvía a flotar, pero esta vez me iba desvaneciendo. Entonces, me empecé a elevar y, en ese momento, fue cuando miré hacia abajo y me vi a mí mismo echado sobre la camilla. Ahí estaba yo. Después de ver todo mi cuerpo, comprendí que me había desdoblado y que, en verdad, debía empezar una dieta cuanto antes.

Pero entonces empezó el viaje. Noté que el ser no humano que había visto al llegar a la nave ahora flotaba junto a mí, o al menos sentía su presencia. Fue increíble, primero me asusté pero después perdí el miedo. Tuve que amoldarme a no tener cuerpo, a ser solo una especie de alma, de ser casi inexistente, casi como la candidatura de Altuve. Al principio  no fue fácil ser como un espíritu, sobre todo cuando en vano traté de rascarme la cabeza.

Segundos después ya estaba viajando en medio del universo. Empecé a viajar por el sistema solar mientras la voz del ser no humano me iba hablando, haciendo de guía, que no te acerques mucho que éste es el Sol, que igual ten cuidado con Mercurio, fíjate que Marte es el planeta que más se parece a la Tierra, perdón me equivoqué, ésa es la Tierra.

El viaje me pareció fascinante, lástima nomás que no vendieran souvenirs. En un momento dado, la voz me anunció que el tiempo del viaje había concluido y, en tono confidente, agregó: es más, nos hemos pasado cinco minutos.

Entonces volvimos a la nave y sentí que nuevamente me incorporaba en mis huesos. Las correas se soltaron y quedé de pie. La voz del ser no humano me dijo que habían analizado mi cuerpo y que me agradecían por mis importantes servicios prestados a su nación. Yo les dije que no había problema, pero que por favor me devuelvan la mayonesa.

Entonces, en menos de un segundo, sentí que caía en un túnel y de golpe me encontré otra vez al frente de la bodega del chino de la esquina, cuya peculiaridad era que…bueno, eso ya lo dije.

Con el frasco aprisionado en mi mano y aún conmocionado, regresé a la casa. Sentí que había pasado horas, pero al ver la hora en el televisor comprendí que no había sido así: apenas habían pasado unos pocos minutos en realidad.

Mariela salió de la cocina y se llevó la mayonesa. Solo, frente al televisor, me detuve a pensar un momento en lo que había pasado, en la vastedad del universo, en la relatividad del tiempo y el destino de la raza humana. Entonces, de golpe, comprendí anonadado el terrible futuro que nos  esperaba.

Castañeda se había salvado.

Publicado en la revista Velaverde Nº81

sábado, 13 de septiembre de 2014

Chuponeo S.A.




Enrique Cornejo: Aló, ¿Alan?

Alan García: Sí, ¿quién es?

EC: Soy tu candidato.

AG: ¿Lucho? Hombre, te ha cambiado la voz.

EC: No, soy Cornejo.

AG: ¿El ex premier? No sabía que estaba de candidato.

EC: No, Alan. ¡Por Dios!

AG: ¿Por mí?

EC: Soy Enrique Cornejo.

AG: Ah claro, Enrique. ¿Y cómo van las cosas?

EC: Mal, primero porque no me apoyabas.

AG: Pero después te apoyé.

EC: Y ahora me va peor. La gente dice que votaría por mí si no fuera aprista.

AG: Si no fueras aprista no serías candidato. Pero hombre,  eso no es problema, te expulso del partido ahora mismo.

EC: No, Alan. No se trata de eso.

AG: No hagas caso Enrique. Tú sabes que la gente es muy prejuiciosa y piensa que todos los militantes apristas son corruptos. Y eso no es verdad.

EC: Claro que no. Algunos han pedido licencia.

AG: Lo mismo pasa con eso que todos repiten. Que en mi gobierno la plata llegaba sola. Y eso tampoco es cierto.

EC: Por supuesto que no, llegaba con intereses. Igual creo que  ya no tengo posibilidades.  Peor no puedo estar.

AG: Hombre, no digas eso. Tú siempre te superas. Además, en verdad no debes afligirte. Estoy totalmente seguro que el Apra ganará las elecciones.

EC: ¿En verdad lo crees?

AG: Claro, Enrique. El 2016 somos fijos.

Publicado en El Otorongo (Peru21 - 12.09.14)