viernes, 29 de enero de 2016

La "defensa" de Acuña

Querido diario:

A ver. Vengo de la Conferencia de Prensa de mi compadre Acuña. Y es que aunque el plagio de su tesis de doctorado es evidente, trató de defenderse. Aquí lo que leyó o, mejor dicho, lo que trató de leer.

Buenas tardes y gracias a los presentes por presentarse en esta presentación.
Tengo el agrado acá de mi cómico dedo Thor…perdón, vuelvo a leer, tengo el grado académico de Doctor. 

Y aunque  muchos piensen lo contrario, quiero que todos sepan que yo sí he excitado a mucha gente…perdón, quiero decir que yo sí he citado a mucha gente, y todo consta en la bibliografía. Por esta razón, la Universidad Complutense de España certificó que mi té sí fue de sobre y estaba caliente…perdón…quiero decir que certificó que mi tesis fue sobresaliente.

Y a mis seguidores, les digo que confíen en mi honor, yo, por ejemplo, cuando tengo problemas lo que hago es sacudir a Anel…perdón,…lo que hago es acudir a él.

Ayayay. No todos deben saber leer, pero ¿un candidato presidencial? ¿Te imaginas a Acuña leyendo el discurso de 28 de julio? ¿Lo acabará recién el 29? Mi compadre no reconoce lo que hizo con la tesis. Y, además, dice que lo atacan porque hay miedo a que gane la elección. Es verdad, qué miedo tener a alguien así de presidente.

Ya está. No sigo más, es hora de comer, dormir e hincar como ninguno.

Don Oto.


Fuente: El Otorongo (Peru21-29.01.16)

lunes, 25 de enero de 2016

Acuña: la raza –y la casa- distinta

Llegué hasta la lujosa casa de César Acuña, ubicada en Las Casuarinas. Pese a su recargadísima agenda, el candidato aceptó que lo entreviste en su propio hogar. Toqué el intercomunicador y pregunté por él.

-¿Usted es de la prensa? –me preguntó la voz metálica que salía del aparato.
-Sí.
-Si usted es de la prensa tengo que decirle que aquí no vive el señor.
-Pero esta es la dirección que me dieron.
-Lo siento señor, tengo órdenes de decirle que aquí no vive.
-¿Y quién te dio esas órdenes?
-El señor Acuña.
-Pero es que no me entiendes –le dije al intercomunidador-. El señor Acuña me ha citado para una entrevista.
-¿El señor Acuña lo va a entrevistar a usted? Entonces está buscando trabajo.
-No, yo lo voy a entrevistar a él.
-¿A quién?
-¿Me estás preguntando en serio? A quién va a ser pues. Vengo a entrevistar a Acuña.
-Entonces debes ir a su nueva casa en San Juan de Lurigancho.
-¿Ahora vive allá?
-Solo te puedo decir que las entrevistas las está dando allá.

Un poco incómodo por la situación, decidí emprender camino hasta la dirección que me dictó la voz metálica. El traslado duró varios minutos. Luego, tras una larga caminata, llegué por fin al lugar. Le di un par de golpes a la puerta y esta era tan frágil que parecía que iba a caerse si la volvía a tocar.

Un hombre vestido de terno negro abrió la puerta; llevaba un notorio revolver en el cinto y usaba gafas oscuras. Luego de identificarme me hizo entrar. Atravesamos lo que más parecía un local que una casa y entonces, por fin, apareció sonriente el candidato Acuña. Nos saludamos  y nos sentamos en un mueble bastante cómodo que contrastaba con todo lo que nos rodeaba.



-Señor Acuña, esta no era mi primera pregunta, pero ¿qué hacemos aquí? Mejor dicho, ¿qué hace usted aquí?
-Esta es mi casa, mi nueva casa.
-¿Y la casa de Las Casuarinas?
-Bueno, esa también es mi casa.
-Entonces tiene casas como cancha.

La sonrisa impostada de Acuña se desdibujó por un momento.

-Mire –me dijo-. Lo que tengo lo he logrado gracias a mi esfuerzo. Son años de trabajo y tengo derecho a comprar lo que yo quiera.
-¿Votos también?
-Claro, votos tam…no, no, pero qué está diciendo.
-Bueno, señor Acuña, hemos visto un video donde usted…
-Ese famoso video me tiene cansado –dijo, dejando de lado ya la sonrisa electorera-. Además usted me dijo que lo que buscaba era hacerme un perfil.
- Es que todo ayuda para hacer un perfil. Pero bueno, empecemos de nuevo entonces. Dígame, ¿cómo se definiría usted ideológicamente?
-Bueno, yo me defino como alguien que tiene muchas ideas.
-No le entiendo.
-Yo menos.
-Le estoy preguntando por sus inclinaciones.
-Qué te pasa. Yo soy bien hombre.
-No, señor Acuña. Lo que quiero saber es si usted  es un hombre de derecha o de izquierda.
-Bueno, yo te diría que soy de derecha, la izquierda casi ni la uso.

Me tomé un respiro antes de seguir.

-Creo que no me entiende. A ver, ¿usted cree que el Estado debe intervenir en el mercado?
-Depende. Por aquí hay un mercado que muy limpio no lo veo. Ahí sí yo creo que debe de intervenir.
-Es que yo me refiero al mercado como concepto económico. ¿Me entiende? Por ejemplo, ¿el Estado debe regular?
-Sí,  debe regular.
-Ah bueno, ya nos vamos entendiendo.
-Le debe a los fonavistas, a los que tienen los bonos de Velazco, a los…
-No, señor Acuña. Caramba, nos hemos vuelto a enredar. Mejor hablemos de otro tema. Usted ha dicho que no le gusta leer, pero se presenta como el abanderado de la educación. ¿No es eso una contradicción?
-En lo absoluto, pero puede ser.
-¿Cómo dijo?
-Le digo que leer no es requisito para ser alguien en la vida, basta con un DNI.

Acuña lo dijo con total convencimiento.

-Mejor hablemos de su exesposa.
-Mejor no.
-Según ella, una noche usted la arrojó por las escaleras solo porque lo descubrió con su amante.
-Es falso. Es increíble todo lo que se puede decir para hacer daño.
 -¿Entonces ella no lo encontró con su amante?
-Bueno, eso sí.
-Ya pero entonces, ¿usted no la arrojó por las escaleras?
-Sí, claro, yo la arrojé.
-¿Entonces por qué dice que miente?
-Es que no fue de noche, fue en la tarde. Tremenda mentirosa.
-A ver, señor Acuña, hablemos de su dinero.
-¿Cuánto quieres?
-No, yo no quiero nada.
-¿En serio? ¿No quieres plata? ¿Te sientes bien?

En ese momento, el hombre de terno que me había dejado ingresar, se acercó a nosotros y le recordó  a Acuña que debía cortar la entrevista porque tenía una reunión en el partido.

-Caramba –le dije-. No hemos hablado casi nada.
-Le prometo que la próxima tendremos más tiempo.
-¿La próxima semana?
-No, la próxima elección.
-Antes de irme –le dije-. Solo una última cosa.
-Dime.
-¿No le molesta que la mayoría de gente no sepa el origen de su fortuna?
-No, todo lo contrario.


Publicado en la revista Velaverde Nº148

viernes, 22 de enero de 2016

La "hora loca" nacionalista

Querido diario:

A ver. Esto de la lista nacionalista resultó ser un sancochado mal hecho. Para tratar de entenderlo  he hecho un recuento de esta “hora loca” nacionalista.

9:00am. Zumba está en la lista nacionalista para el Congreso.
9:10am. Otárola afirma que la lista nacionalista es deprimente, perdón, de primera.
9:15am. Zumba comunica a la nación que no será candidato porque no quiere hacer de payaso en la política; seguirá en la tele nomás.
9:22am. Urresti afirma que Benítez no va al Congreso y que está indignado por el peinado de Zumba.
9:30am. Otárola afirma que apoya a Urresti y a Benítez, y a Jara y a Zumba y a Miss Colombia.
9:35am. Ana Jara dice que ya no va al Congreso porque hay mucho tráfico.
9:40am. Nadine Heredia dice que la única lista del partido es ella.
9:42am. Otárola dice que el nacionalismo está más unido que Zumba, digo, que nunca.
9:45am. Benítez dice que Urresti llegará a Palacio, pero a Palacio de Justicia.
9:48am. Otárola dice que Zumba sí quiso agredir a Carlos Cacho.
9:50am. Susana Villarán dice que le puede dar su número 2 a Ana Jara y el 1 a Zumba, pero  para las elecciones regionales.
9:52am. Zumba le pide a Otárola que no se lave las manos como Poncio, el piloto.
9:55am. Carlos Cacho niega que quiera una curul, pero se ofrece para maquillar a Ana Jara.
9:57am. Nadine Heredia anuncia que Jara se salva, Benítez queda eliminado y Zumba pasa a sentencia.
9:59am. Urresti  advierte que si esto sigue así y pierde las elecciones, renuncia definitivamente a su candidatura.

Ayayay. ¿Y este partido nos gobernó? Ya está. No sigo más, es hora de comer, dormir e hincar como ninguno.

Don Oto.

Publicado en "El Otorongo" (Peru21, 22.01.16)

miércoles, 20 de enero de 2016

Una mirada electoral

El conocido experto en marketing político, Martín Valencia, llegó a Lima para dictar una conferencia en torno a las elecciones presidenciales en nuestro país  Aprovechando su presencia, lo entrevistamos en el lobby del hotel donde se hospeda. Aquí sus ilustrativas declaraciones:



-Buenas tardes, señor Valencia.
- Buenas tardes.
-Dígame, ¿cómo ve las elecciones?
-¿Las elecciones dónde?
-Aquí en el Perú.
-Ah ya.
- Entonces, ¿qué opina de la campaña?
-Bueno, me parece que son pocos candidatos…
-Pero son 19.
-Quiero decir que son pocos candidatos los que tienen chance. Por ejemplo no le veo chance a Nadine.
-Pero Nadine no es candidata.
-Por eso digo, no tiene chance.
-Es que ni siquiera puede ser candidata.
-¿No?
-No, señor Valencia, no puede serlo.
-Eso sospechaba yo.
-Pero dígame señor Valencia, ¿qué opina sobre el nivel de los candidatos?
-Bueno, no puedo hablar de todos a la vez.
-Vayamos uno por uno.
-Ok, uno.

KEIKO
-¿Cuál cree que es la principal virtud de Keiko Fujimori?
-Su apellido.
-Entonces no le reconoce ningún mérito.
-Claro que sí. Ser hija de Fujimori.
-¿Y cómo explica que tenga tan alta intención de voto?
-Es por el recuerdo de su padre.
-Pero alguna virtud tendrá Keiko.
-Sí, claro, seguramente. Quién sabe, quizá algún día sabremos cuál es.

PPK
-¿Y en el caso de Pedro Pablo Kuczynski?
-Obviamente lo que preocupa en este son los años.
-Pero no es discriminatorio que le preocupe los años que tiene.
-No, a mí lo que me preocupa son los años que le quedan.
-¿Entonces usted no le ve mucho futuro en la política?
-No le veo mucho futuro en general.
-¿No cree usted que PPK será capaz de reactivar la economía?
-Primero tendría que reactivarse a sí mismo. A veces lo veo cansado.
-No es por defenderlo, pero hasta donde sé es un hombre muy activo.
-Puede ser. Mire, si fuera unos años menor creo que sería la mejor opción.

ALAN
-Y hablemos de Alan ahora. Al parecer no le ha servido su alianza con el PPC.
-¿Mi alianza?
-La alianza de Alan pues.
-Bueno, es evidente que la gente se ha dado cuenta que es una alianza falsa, que solo se han juntado para intentar subir en las encuestas y pasar la valla electoral.
-Entonces usted no le ve ninguna posibilidad de triunfo.
-Ninguna. Salvo que haga una nueva alianza.
-¿Con quién? ¿Con Solidaridad Nacional?
-No, con la ONPE.
-¿Y qué tan decisivo ha sido el tema de los narcoindultos?
-Mucho. La gente ha interiorizado que Alan indultó a gran número de delincuentes relacionados con el narcotráfico. Y la gente lo rechaza.
-Al narcotráfico.
-No, a Alan.

GUZMÁN
¿Y qué me dice de Guzmán?
-Bueno, sin duda lo que pasó ha sido una sorpresa. Él jamás se lo hubiera imaginado. Eso sí me da pena por la actriz.
-¿Cuál actriz?
- ¿Qué no me está hablando del  Chapo Guzmán?               
- No, de Julio Guzmán, la sorpresa en las recientes encuestas.
-Ah claro, el hombre de las redes sociales.
-Ese mismo.
-Bueno, por lo que he visto hasta ahora dice más o menos lo mismo que los demás. Muchas generalidades. Y eso de sumar a Daniel Mora no sé si sea una buena señal. 

TOLEDO
-Ahora hablemos de Toledo. Parece que se ha estancado. ¿Cree que tenga alguna oportunidad de llegar a la segunda vuelta?
-Bueno, en esta vida todo puede pasar, todo menos eso.
-O sea que es imposible que Toledo suba.
-Tendría que pasar algo realmente  milagroso, como que los primeros puestos renuncian en bloque.
-Pero entonces debemos descartar a Toledo.
-No hay necesidad. Él solo ya se está encargando de eso. 

ACUÑA
-¿Y qué opina del avance de Acuña?
-Creo que se esperaba que avance. Se trata de una persona emprendedora, que se hizo de abajo y que en verdad es un ejemplo de superación para todos los peruanos.
-Pero las acusaciones que tiene. Su propia esposa dice que le pegó y que hizo varios negociados.
-Yo creo que no se puede condenar a una persona solo por lo que dice otra. Por lo demás, ha demostrado de sobra solvencia ética y moral.
-Dígame, acaso la conferencia que usted va a dar es auspiciada por la Universidad César Vallejo.
-Sí, ¿por qué?
-No, por nada. 

Publicado en la revista Velaverde N°147

lunes, 11 de enero de 2016

Alan a la deriva

En la oficina del rectorado de la Universidad San Martín, se encuentran reunidos Alan García, Jorge del Castillo, Mauricio Mulder y Javier Velásquez Quesquén. Del Castillo tenía en sus manos un último sondeo.

-¿Y Jorge? –preguntó Alan- ¿cómo vamos? ¿He subido o no he subido?

Del Castillo lo miró.

-Cuando dices si has subido, te refieres a…
-¿A qué va a hacer pues Jorge? No te hagas el gracioso y dime de una vez. ¿Ya lo alcancé a Acuña?

Mulder y Velásquez Quesquén miran a Del Castillo y luego a Alan, este parecía empezar a ponerse rojo.



-Bueno, Alan –dijo Del Castillo-. La verdad es que todavía no lo alcanzas.
-¿Cómo que todavía? ¿Me falta poco entonces?

Del Castillo mostró una sonrisa nerviosa.

-¿Te falta poco para qué?
-¿Cómo que para qué? Para alcanzar a Acuña.
-Ah ya.
-Ah ya, ¿qué?

Entonces el celular de García empieza a sonar. El expresidente se puso de pie y caminó hasta pararse junto a la ventana para contestar. En ese momento,  Velásquez Quesquén le arranchó la encuesta a Del Castillo.

-Tanto suspenso que haces por gusto. Dile nomás los resultados –le dijo Velásquez Quesquén a Del Castillo en voz baja-. ¿O tienes miedo?
-Sí Jorge –intervino Mulder sin levantar la voz-. Javier tiene razón. Yo que tú le hubiera dicho de frente lo que dice la encuesta.
-Exacto –dijo Velásquez Quesquén.

Del Castillo movió la cabeza a los lados.

-Es que no saben lo que dice la encuesta.

Velásquez Quesquén entonces miró el documento que tenía en manos. Mientras miraba los resultados sus ojos se agrandaban cada vez más. Entonces Alan regresó y se sentó a frente a ellos.

-A ver Jorge, dime completa las cosas, ¿cuáles son mis cifras?
-Javier tiene la encuesta –dijo Del Castillo.

Alan se dirigió a Velásquez Quesquén.

-Javier, dime, ¿cómo voy?

Velásquez Quesquén miró a Alan y sus ojos parecían vidriosos.

-Vamos Javier–intervino Mulder-. Respóndele a Alan.

Entonces el labio inferior de Velásquez Quesquén empezó a temblar. Mulder lo miraba extrañado.

-Carajo –dijo García-. ¿Estás sordo o qué? Dime, ¿cuánto tengo en la encuesta?

El expremier de García se puso de pie, le entregó el documento a Mulder y salió raudo de la oficina.

-¿Qué diablos está pasando? –dijo García con fuerza.
-No te preocupes Alan –dijo Mulder-. Lo que pasa es que Jorge y Javier son un par de miedosos.
-Yo no tengo miedo –dijo Del Castillo.
-Sí, claro, nada de miedo tienes.

García se reacomodó en su silla, impaciente.

-Ya basta, Mauricio –dijo García-.Habla de una vez.
-Claro, Alan –dijo resuelto Mulder mientras recorría con la mirada el documento- . Tú estás…estás…
-Dime –insistió García.
-Pero esto no puede ser –dijo Mulder sin apartar la vista de los resultados.

Entonces García se inclinó hacia adelante y le quitó de golpe la encuesta.

-No, Alan –dijo Del Castillo-. No la mires.
-¿Que no la mire?
-Sí, Alan –intervino Mulder-. Es mejor que no la mires.

Indiferente a los pedidos de Del Castillo y Mulder, García revisó rápidamente la encuesta. Su rostro adquirió un aspecto tenebroso. Luego volvió a revisarla una y otra vez. Después respiró profundo hasta apaciguarse.

-Así que no solo no he subido sino que he bajado un par de puntos –dijo Alan.
-Toledo ya casi te alcanza –dijo Del Castillo.

García lo fusiló con la mirada.

-Pero hay que ver el lado positivo –dijo Mulder.
-¿Y cuál es el lado positivo?
-No, no sé- dijo Mulder-. Pero si hay alguno hay que verlo.
-¿Tienes alguna explicación para esto? –preguntó Alan a Del Castillo y este miró a su vez a Mulder.
-A mí ni me mires –dijo Mulder.
-A este paso hasta Olivera me va a pasar –dijo García-. Pero ¿saben qué es lo que más me fastidia?
-¿El nudo de la corbata? –preguntó Del Castillo.
- No, que Acuña ya esté primero.
-Ese dato me parece increíble –dijo Mulder-. Sabíamos que podía subir, pero no tanto ni tan pronto.
-Y todo porque tiene plata como cancha.
-Jorge –dijo Mulder- y a todo esto, ¿la encuesta de dónde es? ¿De Apoyo? ¿CPI?
-No.
-¿Datum? ¿GFK?
-No, tampoco.
-¿Entonces de cuál es? –preguntó García.
-Es de una tal UCV –dijo Del Castillo-. ¿La conocen?

Publicado en la revista Velaverde Nº146