viernes, 27 de febrero de 2015

Chuponeo S.A. (Waldo Ríos)



Waldo Ríos: Aló, soy Waldo Ríos.

Jurado Nacional de Elecciones: Sí, señor dígame.

WR: Soy el presidente regional de Ancash.

JNE: Sí, sí sé quién es.

WR: Entonces sabrá que quiero que me den el lugar que me corresponde.

JNE: Perdone señor, pero este no es el INPE.

WR: ¿Qué  insinúa?

JNE: Nada, pero tengo entendido que usted ha sido colaborador cercano de César Álvarez.

WR: Sí, claro.

JNE: ¿Y ahora no quiere ser colaborador eficaz?

WR: Yo no he hecho nada malo.

JNE: ¿Ah no? ¿Usted no fue el tránsfuga que se pasó al fujimorismo por 10 mil dólares?

WR: Bueno, eso sí estuvo muy mal.

JNE: Al menos se arrepiente.

WR: Por supuesto, tranquilamente me daban 15 mil.

JNE: Qué descaro. Así no hay forma que usted luche contra la corrupción.

WR: Claro que sí, no me gusta la competencia.

JNE: Por Dios, se ve que usted no tiene escrúpulos.

WR: Desde luego que no, me baño todos los días.

JNE: No entiendo cómo alguien como usted pudo ganar las elecciones.

WR: Eso a usted no le importa. Yo solo quiero que me dé mi credencial.

JNE: ¿Y la indemnización de un millón de soles que tenía que pagar?

WR: Ya lo hice.

JNE: Ahora tenemos que comprobar de dónde vino el dinero. ¿Está claro?

WR: Lo único que está claro es que no quiere que empiece mi gestión. ¿Por qué? ¿Por algo político? ¿De dónde es usted? ¿Del Apra? ¿Del PPC? ¿Del nacionalismo?

JNE: No, de Ancash.


Publicado en El Otorongo (Peru21-27.02.2015)

jueves, 26 de febrero de 2015

Urresti, el histórico


Es difícil imaginar dos personas más disímiles que Daniel Urresti y José Luis Pérez Guadalupe. El primero es operativo y el segundo estratégico; el exministro vocifera, el nuevo titular habla; Urresti te levanta la voz, Pérez Guadalupe te conversa.



Por lo general no es bueno aventurarse a decir que un ministro será mejor que su antecesor, pero, valgan verdades, Urresti ha dejado la valla casi a nivel del suelo, por lo que incluso si Pérez Guadalupe fuera un negligente –que nada indica que lo sea- lo haría mucho mejor.

Desde luego que el nuevo titular del Interior no tendrá los niveles de popularidad que ha tenido –y tiene-  Urresti. Quizá sea lo mejor. Es preferible tener a un ministro trabajando con miras a combatir la inseguridad ciudadana y no con miras al 2016.

¿Y qué será de Urresti? La fascinación por las cámaras podría señalar que Urresti tiene un auspicioso futuro en algún lugar de la farándula, si es que acaso ya no pertenece a ella. De otro lado,  el exministro ha demostrado también tener un talento para el tuiteo compulsivo por lo que también se le podría augurar un exitoso porvernir administrando redes sociales.

Sin embargo, sin renunciar a las luces y las descargas tuiteras, el futuro de Urresti parece estar –así lo quiere él- en la política. En reciente entrevista televisiva, un desembozado Urresti, con el ímpetu de un candidato en campaña, se preguntó cuándo se había visto antes que un ministro saliente fuera homenajeado por el pueblo.

De esta forma, pronto no quedará claro quién es el verdadero “señor del ego”.

En todo caso, hay que ser hidalgo y reconocer que al exministro no le falta razón. Que se recuerde, homenajes populares como él que reseña no habían acontecido, aunque tampoco se había visto que una persona procesada por homicidio luzca el fajín ministerial.

Urresti, sin duda, ya es historia.

lunes, 23 de febrero de 2015

En "solidaridad" con Urresti


Apenas se conoció que Daniel Urresti iba a dejar el cargo de Ministro del Interior, todos sus críticos –gente negativa que tiene la mala costumbre de pensar-  se mostraron satisfechos. Por fin, dijeron, el presidente Humala había comprendido que la permanencia de este funcionario era dañina para el país.

Pero ¿acaso Urresti es tan malo como lo pintan? ¿Acaso es peor? ¿Acaso en verdad lo pintan? Ajeno al vaivén de la mecedora mediática, lejos de quienes lo consideran como nefasto e impresentable, yo, aun a riesgo de quedar afónico, levanto mi voz de protesta y digo que no, que Urresti es en realidad un incomprendido, un visionario, un hombre de luces aunque él mismo crea que al serlo pueda electrocutarse.



Desde el primer día que Urresti asumió el cargo quedó en evidencia que no sería un ministro más; para otros, en cambio, quedó claro que no sería más ministro.

Recuerdo que cuando fue presentado por su antecesor, Walter Albán, Urresti dio un paso hacia adelante y golpeó el suelo con su zapato. Luego gritó a todo pulmón: ¡Policía! No pocos desenfundaron sus armas pensando que se trataba en realidad de un grito de auxilio. ¿Lo estarán asaltando?, se preguntaron algunos. Pasada la incertidumbre, los efectivos policiales reunidos ahí comprendieron que aquel grito tribal se trataba en verdad de una arenga. De pronto, se pusieron felices. Al fin un ministro los apoyaría en verdad, aunque  sea como jefe de barra en los campeonatos interministeriales de fines de año.

Recuerdo también que ese mismo día, en sus primeras declaraciones a la prensa, Urresti mostró su real naturaleza. A diferencia de aquellos ministros timoratos que procuran seguir con lo hecho por su antecesor, o pretenden actuar en el marco de los lineamientos del gobierno, Urresti, con una valentía y una humildad pocas veces vista, dijo claramente que con él se iniciaba la lucha contra la seguridad ciudadana.  Era, pues, el líder que necesitábamos. Detrás de él iban a estar la Policía y los ciudadanos, y detrás de todos nosotros los delincuentes apuntándonos. En este contexto, había la certeza de que la fama de Urresti pronto cruzaría las fronteras, pero el primero en cruzarlas fue Belaúnde Lossio.

Que, según las estadísticas de Urresti, la Policía ya haya detenido a todos los delincuentes del país no debería llenarnos de dudas sino de tranquilidad. Que Urresti, asimismo, haya transformado la droga en yeso no debería ser motivo de investigación policial, sino científica. Después de todo, podríamos estar frente a nuestro primer Nobel de Química. Que haya encontrado fascinación en el envío de tuits solo muestra que Urresti es un hombre abierto a las nuevas tecnologías y no, como dicen los malintencionados, que su léxico no excede los 140 caracteres.

También es cierto que su capacidad para el cargo  ha sido inversamente proporcional a su talante autoritario, pero ello no es un demérito.  Todo lo contrario. El país necesita una persona de las condiciones de Urresti; alguien que sepa imponer sus ideas, aunque no se sepa si las tiene.

Como se puede ver, todo este tiempo Urresti ha sido víctima de una siniestra campaña destinada a desacreditarlo y dañar su imagen, aunque algunos dudan si  en verdad esta hiciera falta. Los instrumentos de este ataque sistemático han sido los medios de comunicación. De esta forma, los dioses del periodismo se han empeñado en presentar denuncias fundamentadas sobre la gestión de Urresti. No hay derecho para tal ensañamiento.

Por ello desde aquí, es decir, frente a la computadora, me solidarizo con él. Puedo vislumbrar con claridad que Urresti tendrá un futuro político; aunque la verdad, de ser así, prefiero no imaginar cuál sería el nuestro.

Publicado en la revista Velaverde Nº103




viernes, 20 de febrero de 2015

Chuponeo S.A. (O.Humala - A. Jara)



OH: Aló Anita, dime, ¿cómo van las cosas?

AJ: Bien, mucho más tranquilas.

OH: El diálogo funcionó, ¿no?

AJ: ¿Cuál diálogo? ¿La reunión que hicimos para la foto?

OH: Bueno sí, eso.

AJ: No, eso no sirvió para nada, aunque los sanguchitos de pollo estuvieron buenazos. 

OH: ¿Y entonces?

AJ: Lo que nos ha dado un respiro con la oposición es la salida de Urresti.

OH: Ah eso, pero igual fue un exceso que nos hayan pedido su cabeza en bandeja de plata.

AJ: Lo sé, ¿por qué tenía que ser de plata?

OH: Pero si no lo sacaba toda la oposición se iba a venir contra nosotros  y el país terminaría a la deriva.

AJ: Ah yo pensé que ya estaba así.

OH: Y eso que también cedimos en lo de la DINI. A propósito, segura que sigue desactivada, ¿no?

AJ: Sí, claro, ya nadie me sigue. Ni siquiera en el twitter.

OH: La verdad no entiendo por qué nos critican tanto.  ¿Acaso no hemos luchado contra la corrupción?

AJ: Claro, contra la corrupción del gobierno pasado.

OH: Es igual. ¿Y la pobreza? Antes los pobres no podían comprar los productos de la canasta familiar.

AJ: Sí, pero ahora ni siquiera pueden comprar la canasta.

OH: ¿En serio?

AJ: Claro, la economía se seguirá enfriando y el clima de inversiones no mejorará.

OH: ¿Según el MEF?

AJ: No, según el Senamhi.

OH: Bueno, y a todo esto, ¿qué será de Urresti? ¿Qué trabajo le podemos dar?

AJ: Algo donde pueda aprovechar sus conocimientos.

OH: ¿Pero tú crees que quiera vender yeso?

AJ: No, me refería a otra cosa. Ya tengo un lugar para él en la PCM.

OH: ¿Como asesor o consultor?

AJ: No, como Community Manager.


Publicado en El Otorongo (Peru21 - 20.02.2015)

miércoles, 18 de febrero de 2015

Fin de semana en Punta Sal


Cansado del estrés de la capital y más cansado todavía  de quejarme del estrés de la capital, decidí viajar el fin de semana. Esta vez no quise hacerlo solo así que le dije a mi amiga Lourdes si quería ir a Punta Sal. Claro, me dijo encantada y en seguida le aclaré, por si acaso, que iríamos solo los dos. Ya, normal, me dijo ya no tan encantada aunque tampoco desilusionada, es decir, no íbamos ni bien, ni mal, pero íbamos que era lo importante.

Llegamos a Tumbes, a Punta Sal y luego hasta la casa que unos primos tienen ahí. Yo me había tomado a pecho una de esas invitaciones que se hacen al calor de un domingo familiar: “primo, anda cuando quieras”. Así que muy obediente me presenté cuando quise. Entonces, antes si quiera de golpear la puerta, Lourdes me tocó el hombro.



-Oye, ¿ese no es Toledo?

Volteé a ver hacia donde señalaba y, en efecto, a pocos metros de nosotros, en la entrada de la casa del lado, estaba el hijo ilustre de Cabana.

-Tú crees que quiera tomarse una foto con  nosotros –me dijo.
-Primero pregúntame si quiero tomarme una foto con él.

Lourdes me miró como si no me conociera.

-Es que después de lo de Ecoteva...
-Bueno, pero igual es Toledo, ¿no?  Vamos- me dijo y me jaló de la mano. Caminamos unos cuantos pasos y llegamos hasta el frontis de la casa del expresidente, donde Toledo, con la puerta abierta detrás, miraba hacia la playa.

Apenas nos vio llegar, nos recibió con una sonrisa de candidato.

-Señor Toledo, somos grandes admiradores –dijo Lourdes mientras me presionaba con fuerza la mano.
-Vaya, qué gusto. ¿Y ustedes son de aquí?
-No, somos de Lima –dijo Lourdes.
-Ah qué bien ¿Y son pareja o algo así?
-No –dijo ella y entonces yo le presioné la mano.
-Entiendo –dijo Toledo y luego me miró y me dio una palmada en el hombro-.Tienes que hacer méritos pues.

Lourdes y Toledo sonrieron. Luego ella se puso junto a Toledo y me pidió que le tome una foto. Con desgano, saqué mi celular y traté de encuadrarlos lo mejor posible. En ese momento, justo antes que presionara el botón, se abrió la puerta detrás de ellos y apareció un hombre.

-Ya pues -me dijo Lourdes y tomé la foto, con el desconocido en el fondo.

Tras despedirnos, regresamos a la casa de mis primos. Después de identificarme plenamente, el viejecito que la cuidaba nos dejó entrar. La residencia era mejor de lo que había pensado. La recorrimos y en el segundo nivel entramos a la que, sin duda, era la habitación principal. Luego de abrir una puerta de vidrio, salimos a la terraza y nos dimos con el mar frente a nosotros.

-Linda vista, ¿no? –me dijo.
-Claro –dije yo porque en realidad la estaba viendo a ella.

 Luego, volteó a verme.

-¿Y quién va a dormir aquí? ¿Tú o yo?
-¿Qué tal tu y yo?

Lourdes se sonrío y entonces todo pareció perfecto.

-Recuerda lo que te dijo Toledo.

Entonces, de pronto, como una revelación, supe quién era la persona que había aparecido tras la puerta. Saqué mi celular, adjunté la imagen y se la envié a un amigo editor de política con el mensaje: te puede interesar.

Luego de explicarle a Lourdes, me miró incrédula.

-¿Y acaso importa que ese tal Maiman esté en la casa de Toledo? –me dijo.
-Puede que sí, puede que no. Quizá después lo sabremos- le dije y, luego, en un tono francamente dulzón, agregué-. Pero aquí lo que realmente importa eres tú.

No sé si fue la brisa del mar, o Punta Sal, o la casa de mis primos, o Toledo, o Maiman, pero la frase le encantó a Lourdes. Y, bueno, ahora, a seguir haciendo méritos nomás.

Publicado en la revista Velaverde Nº102

viernes, 13 de febrero de 2015

Chuponeo S.A. (Toledo - Thays)




Alejandro Toledo: Aló Lucho.  A ver, cuéntame cómo van las cosas.

Luis Thays: Ah ya, ¿te cuento sobre la última asamblea en el partido o sobre el caso Ecoteva?

AT: Estoy cansado de ese caso, mejor cuéntame sobre la asamblea.

LT: Ah bueno, la asamblea acordó  que vayas a explicarles el caso Ecoteva.

AT: ¡Por Dios! ¿Otra vez con eso? ¿Y tú qué les dijiste?

LT: Que la plata no era tuya sino de tu suegra.

AT: Exacto.

LT: Y que tu suegra tenía esa plata porque Maiman se la prestó.

AT: Muy bien.

LT: Y que el préstamo era a 20 años y tu suegra tenía 85.

AT: ¿Y quedaron conformes?

LT: Quedaron muertos de la risa más bien.

AT. Pero te faltó la explicación de fondo.

LT: ¿Cuál explicación?

AT: Que esto lo están haciendo quienes no me quieren ver como candidato.

LT: ¿Casi todo el país?

AT: Vaya Lucho, cualquiera diría que ya no quieres ser mi escudero.

LT: No, Alejandro, yo te defenderé pase lo que pase.

AT: Por lo visto tienes dudas sobre mi inocencia.

LT: De eso no tengo ninguna duda, Alejandro, pero no te preocupes, igual te seguiré defendiendo.

AT: A propósito, ¿sabes cómo va el caso?

LT: Me dicen que pronto se sabrá toda la verdad sobre Ecoteva.

AT: ¿Me estás amenazando?

LT: No, para nada.  

AT: Parece que no te das cuenta que solo soy una víctima de la "triología" del mal.

LT: ¿De Alan, Kouri y Castañeda?

AT: No, de la Procuraduría, la Fiscalía y el Poder Judicial.


Publicado en El Otorongo (Peru21-13.02.15)


                              

miércoles, 11 de febrero de 2015

Alan rumbo al 2016

A la cabeza de la mesa, de pie lo más derecho posible y con la mirada hacia el vacío, Alan García no habla, declama: “Hoy vamos a poner los cimientos para nuestra próxima victoria del 2016. Otra vez el partido del pueblo, siguiendo los preceptos inalterables de Víctor Raúl, conducirá las riendas del país y nos llevará a un nuevo, venturoso y esperanzador porvenir”.



Repartidos en la mesa, Mulder, Del Castillo, Velásquez Quesquén y Cornejo, también parados, aplaudieron ceremoniosamente. Entonces Alan tomó asiento y los demás también.

-Muy bien –dijo Alan- ¿cuál es la agenda?
-Esta –dijo Del Castillo- sosteniendo un pequeño cuaderno con un “2015” impreso en la tapa.
-No, Jorge –dijo Velásquez Quesquén-. Dios…digo, Alan quiere saber cuáles son los puntos específicos que vamos a tratar.
-Ah ya –dijo Del Castillo- bueno eso lo vemos ahora mismo. ¿Sugerencias?
-Bueno –dijo Cornejo- yo creo que lo primero que tiene que discutirse es quién va a ser nuestro candidato presidencial.

Mulder, Velásquez Quesquén y Del Castillo miraron rápidamente hacia Alan y vieron con  claridad la mirada asesina que Alan le había lanzado al ex candidato municipal. Cornejo, incómodo, se pasó un dedo por el bigote y acusó recibo.

-Bueno –dijo- desde luego esa discusión es solo un trámite. Todos aquí sabemos que el candidato natural del partido eres tú Alan.

García se arrellanó en el asiento y desde ahí volvió a observar con serenidad a sus súbditos.

-Mira Enrique –dijo Velásquez Quesquén- tú sigues mejor concentrado en volver a ser candidato a la alcaldía de Lima. Vas a ver que cuando el Todopoderoso…digo, cuando Alan esté otra vez en Palacio te dará todo su apoyo.
-Lo que tenemos que ver aquí es otra cosa –dijo Mulder-. ¿Cuál será nuestra estrategia política? ¿Cómo nos posicionamos este año? Para la gente debe quedar clarísimo que el líder de la oposición eres tú Alan.

García asiente.

-Por eso digo –dijo Mulder-. Aquí lo importante es llegar a la segunda vuelta con el candidato más impresentable posible, con el que tenga mayor rechazo de la población.
-¿Con Alan? –dijo Del Castillo.
-No pues –dijo Velásquez Quesquén- Mauricio se refiere a otro impresentable.
-Exacto –dijo Mulder-. Algo así como pasó el 2006 que pasamos a la segunda vuelta con Humala.
-¿Y cuál será nuestro lema? –dijo Velásquez Quesquén.
-A ver –dijo Mulder-. En el 85 fue “el futuro diferente”.
-Y vaya que le dimos al país un futuro diferente –dijo Cornejo.

García carraspeó.

-En el 2006 el lema fue “el cambio responsable” –dijo Velásquez Quesquén.
-¿Ah sí? –dijo Del Castillo-. Yo pensé que había sido “la plata viene sola”.

García tamborileaba los dedos sobre la mesa. Mulder retomó la palabra.

-El nuevo lema tiene que hacer recordar a la gente nuestra fortaleza.
-¿La corrupción? –dijo Del Castillo.
-No Jorge –dijo Mulder-. Me refiero al el crecimiento económico que obtuvimos en el segundo gobierno.
-El problema es que nos van a hacer recordar el Baguazo, los narcoindultos y el espionaje de Business Track –dijo Velásquez Quesquén.

Entonces el ex presidente se pone de pie y los demás hacen lo propio. Con el mentón levantado, se reacomoda el cabello. García no habla, diserta: “El lema lo vemos después. Ahora tenemos que concentrarnos en actuar con sumo cuidado. No quiero torpezas ni problemas mediáticos. Nada debe apartarnos de nuestro norte.”

-No, Alan –dijo Del Castillo-. El norte ya no es nuestro, ahora es de Acuña.
-No, Jorge, el Mesías…digo, Alan se refería a que nadie debe impedirle gobernar por tercera vez.
-Eso es –dijo Alan, sin mirar a ninguno de ellos-. Estoy seguro que volveré a gobernar este país. Conmigo nuestras reservas económicas volverán a crecer.
-Muy bien  Alan, pero con cuidado –dijo Del Castillo-. No vaya a ser que la Fiscalía se entere.

Publicado en la revista Velaverde Nº101