lunes, 5 de octubre de 2015

De Barbadillo a Harvard


En el  fundo Barbadillo, el expresidente Fujimori sale de su habitación, cruza la sala de estar, pasa junto a su taller de pintura y escultura, atraviesa la cocina, cruza la sala de visitas y sale, por fin, de su departamento. Luego camina a través de su jardín y de su huerto y ahí saluda a su hijo Kenyi quien acaba de llegar a visitarlo. Se saludan y hacen el camino de retorno.

-Pasa, pasa Kenyi.

Kenyi ingresa y se sientan en la sala de estar. El expresidente hace lo propio.

-¿Y qué me cuentas? ¿Cómo va el Congreso?
-Bien, apá, nos pagan puntualmente.
-Eso está bueno. ¿Y qué es de Keiko? Pensé que iba a venir contigo.
-Se ha ido a la Universidad de Harvard.

Fujimori movió la cabeza a los lados.

-¿Y ahora cómo va a hacer? No creo que Vladi le quiera seguir pagando los estudios.
-No, apá, se ha ido porque va a dar una charla.
-¿Una charla? ¿Y Keiko qué charla puede dar?
-Tú sabes, es un evento para que hable de política nada más.
-Ah bueno, me da curiosidad. A ver, fíjate en internet para verla.
-Ay apá, qué aburrido.            
-Vamos Kenyi, haz caso a tu padre. A ver si aprendes algo de tu hermana.

Kenyi se ríe nerviosamente, luego su rostro se agrava.

-Apá, por si no te acuerdas, yo fui el congresista más votado en las últimas elecciones.
-¿El más votado?
-Sí.

Fujimori amplió su rostro con una sonrisa franca.

-Es cierto,  fuiste el que sacaste más votos.
-¿Ya te habías olvidado?
-Ya me había olvidado que estábamos en el Perú.

Kenyi miró a su papá.

-Entonces ¿vemos a Keiko?
-Claro.

El hijo de Fujimori trajo la laptop de la habitación de su padre y la puso en una mesa frente a ellos. La encendió y se quedó viéndola.

-Supongo que tú sabes de esto, ¿no? –dijo Fujimori.
-Sí, claro –dijo Kenyi- es que esta página no la conozco. ¿Qué querrá decir “google”?

Minutos después, por fin,  logran ver en directo a Keiko en Harvard.

-¿Quién está moderando?
-Ese es Levitsky.
-Ese tipo no nos quiere mucho.
-Escucha, apá, Keiko está hablando sobre tu gobierno.

“Cometimos errores graves (...), aprendimos de ellos y no permitiré que jamás vuelvan a repetirse"

-¿Qué cosa dice? ¿Errores en mi gobierno?



Kenyi sonríe forzadamente.

-No, apá, debe ser la señal que no se le escucha bien.
-Pero yo la escucho bien y ha dicho que mi gobierno fue un error.
-No, ha dicho que hubo errores en tu gobierno.
-Es lo mismo. Ahora creo que mi error fue poner a tu hermana de primera dama.
-Apá, escucha a Keiko, va a hablar sobre la Comisión de la Verdad.

"El trabajo de la CVR ha sido positivo para el país"
Fujimori se puso de pie de golpe y se tomó la cabeza. Kenyi tampoco daba crédito a sus oídos.

-Pero qué le pasa a tu hermana. ¿Que la CVR ha sido positiva para el país? La CVR dijo que había indicios razonables para decir que soy responsable de asesinatos y desapariciones forzadas. Además, entre muchas otras cosas, dijo que mi gobierno fue uno de los momentos más vergonzosos de la historia del país.
-Asu –dijo Kenyi- ¿todo eso dijo?
-Claro, eso y más. Por eso es que siempre hemos estado en contra de ese informe.

“Condeno a los médicos y me solidarizo con las mujeres que sufrieron esterilizaciones forzadas"

-¿Esterilizaciones forzadas? –dijo Fujimori, mirando a su hija en la pantalla de la laptop-. Yo nunca he aceptado que se hubieran hecho esas cosas en mi gobierno.

"La re-reelección debilitó a las instituciones democráticas"

-Esto es demasiado –dijo Fujimori, volviéndose a sentar y poniendo su mano sobre el pecho.
-Apá, ¿estás bien?
-¿Que si estoy bien? Pero ¿no estás viendo a tu hermana criticar mi re-reelección? Si no fuera por los vladivideos seguro que seguiría siendo presidente.
-Pero apá…
-Apaga eso por favor. Ya no quiero escuchar más.
-Pero, apá, ese discurso es para los gringos nomás. Estoy seguro que…
-Te he dicho que apagues eso.

Kenyi se inclinó hacia la laptop y, otra vez, se quedó viéndola unos segundos.

-¿Que no sabes apagarla?
-Sí, claro –dijo Kenyi y bajó la pantalla de la laptop.

Entonces un silencio incómodo se instaló en medio de ambos. Kenyi miró a su padre.

-Apá, seguro es una estrategia para la campaña.
-No puede ser una estrategia porque el que dirige el partido soy yo.
-El partido sí, pero la campaña es otra cosa.

Fujimori miró fijamente a Kenyi.

-¿Tú piensas que está bien lo que ha dicho Keiko?
-Yo la verdad prefiero no pensar.
-Dios quiera que no le cueste mucho en la intención de voto.
-No creo, apá. Ya ves que la gente ni se fija en estas cosas.
- Ella tiene que ganar para que me indulte.
-Seguro que sí, apá.

Fujimori respiró hondo. Parecía hacer cálculos en su cabeza.

-¿Cuánto dices que tiene Keiko en la última encuesta?
-Está primera con 34%.
-¿34%?
-Sí, incluso algunos dicen que hasta podría llegar a ganar en primera vuelta.
-¿Y votan por ella solo por ser mi hija? –dijo y luego volvió a sonreír-. Me encanta la gente de este país.
-Es que no tiene rencor.
-Ni memoria. 


Publicado en la revista Velaverde Nº135

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