miércoles, 26 de noviembre de 2014

Keiko en Palacio

En el dormitorio principal de su residencia, Keiko y Mark están viendo las noticias. En la televisión aparece Humala en medio de un mitin.

-Keikito –dijo Mark, con marcado acento extranjero- cambia canal.
-Espérate, quiero ver qué dice este.

Entonces la locución en off del reportaje calla y se muestra a Humala vociferando, hablándole a la gente agolpada, como en tiempos de campaña electoral.

-Así es señores –dijo- el fujimorismo nació de la cloaca.

Los horizontales ojos de Keiko se agrandaron de golpe.  En seguida apagó el televisor con el control remoto.

-¡Pero qué le pasa a este! –dijo Keiko- No lo entiendo.
-Yo tampoco –dijo Mark-.  ¿Qué cosa siendo cloaca?
-Ya pues Mark, ¿todavía no entiendes el español?

Keiko cogió el teléfono inalámbrico de la mesa de noche y digitó un número.

-Aló Kenyi. ¿Viste a Humala? ¿No? ¿Qué canal estás viendo? Ya pues Kenyi, ¿otra vez Animal Planet? Sí, ya sé que a tu perro le gusta ver eso.  Mira, presta atención,  Humala ha insultado a nuestro partido. No,  a Cambio 90 no, tampoco a Nueva Mayoría ni a Vamos Vecinos ni a Sí Cumple ni a Perú 2000. Tampoco ha hablado de Alianza por el Futuro ni de Fuerza 2011. En realidad solo ha dicho el fujimorismo, pero es todo pues. Ya, habla con la bancada y diles que debemos exigir disculpas por nuestro honor. ¿Como que qué es eso? Honor pues, es como dignidad. ¿Tampoco sabes? Bueno, fíjate en un diccionario y después hablamos.

Días después, luego de acaloradas declaraciones de los fujimoristas contra Humala, se acuerda una reunión secreta en Palacio de Gobierno. Por la puerta lateral de la sede del Ejecutivo, Keiko y Mark ingresan en un vehículo de lunas polarizadas. Un edecán los conduce a un salón donde el presidente Humala y la primera Dama los está esperando.



-Bienvenidos – dijo Nadine.

Ambas parejas se saludaron dándose las manos. En el saludo, Keiko apenas si sonrió y, en cambio, le dirigió una fría mirada a Humala.

-Señor Presidente…

-No hay necesidad de ponernos tan ceremoniosos –dijo Humala-. Puede decirme Presidente nomás.

Keiko trató de sonreír, pero no pudo. Una vez sentados, las dos parejas se observaban, sopesándose mientras el silencio se instaló en el salón.

-Bueno –dijo Humala- quiero agradecerles a los dos por venir.

Keiko y Mark asintieron.

-Mira, Keiko –dijo Humala- si yo he criticado a tu partido no es porque me caigas mal, es decir, me caes mal, pero por eso no he criticado a tu partido.

Mark le pone una mano sobre el hombro de Keiko.

-Déjeme decirle una cosa Presidente –dijo Keiko-. Decir que el fujimorismo nació de las cloacas no es criticar al partido…

-¿Es describirlo? –preguntó Nadine.

-Decir eso –dijo Keiko, como si no hubiera escuchado nada- no es una crítica, es un insulto, y no solo un insulto al fujimorismo sino, sobre todo, a mi padre. Y no voy a permitir que se insulte de esa forma a mi padre.

-¿Y de qué forma vas a permitir que se le insulte? –preguntó Nadine.

Mark volvió a poner su mano sobre el hombro de Keiko.

-Decir que el fujimorismo nació de las cloacas no es una opinión, es una realidad –dijo Humala-. Nació de un golpe de estado, de la destrucción de la democracia, de la corrupción que manejó junto con Montesinos.
-No me hable de Montesinos –dijo Keiko-. Usted parece olvidar el caso del yate Karisma. Qué coincidencia que el mismo día que usted juega a la guerrita en Locumba, Montesinos se escapa del país. ¿O no es una coincidencia?
-Dime una cosa –intervino Nadine -¿No te da vergüenza hablar de Montesinos? ¿Ya no te acuerdas que el mismo te pagaba tus tarjetas de crédito? Tú hablas de coincidencias, pero yo hablo de milagros. Porque es un verdadero milagro que, con el sueldo de 2 mil soles que Fujimori decía ganar, haya podido pagarles los estudios universitarios en el extranjero a todos sus hijos. ¿O no fue un milagro?

Keiko achinó, si cabe, sus ojos. Mientras sus sienes latían, dio un gran suspiro.

-¿Me estás hablando de dinero? –dijo mirando a Nadine- ¿Tú eres la misma Nadine a quien le pagaron 50 mil dólares por un informe de Palma Aceitera? Eres tú, ¿verdad? Qué raro que esa empresa en realidad nunca haya funcionado, ¿no? ¿De dónde habrá salido ese dinero?
-Del Estado te aseguro que no.
-Del Estado peruano no, ¿pero del venezolano?

Humala le puso la mano sobre el hombro a Nadine.

-Ah pero qué tonta –dijo Keiko- Verdad que esa empresa era del padre de Belaúnde Lossio, ¿no?
-Por Dios, dime tú eres la misma Keiko que fue primera dama cuando Fujimori y Montesinos se levantaron en peso al país. En nuestro gobierno se habla apenas de sospechas, pero el gobierno de tu padre fue una organización criminal que copó todas las instituciones del Estado como no se había visto antes.
-Mi padre era inocente. Todo lo hizo Montesinos.
-Ah ya, claro, Montesinos hizo todo eso a espaldas de Fujimori. Qué extraño, ¿no? Yo recuerdo que tu padre decía que él estaba involucrado en todo lo que se hacía en su gobierno. ¿Y ahora dice que no sabía nada? Y dime una cosa, si Montesinos engañó a tu padre como dices, ¿por qué le pago 15 millones de dólares por “compensación de tiempo de servicios”?



Keiko se sonrojó. Mark le puso otra vez la mano sobre el hombro, pero esta vez Keiko la sacó al momento. Luego Mark le puso su hombro sobre la mano de Keiko, lo que resultó bastante extraño. Entonces, de golpe, Keiko se puso de pie.

-Y ustedes –dijo mirando a la pareja presidencial- ¿cuándo van a explicar lo de López Meneses?

Nadine se puso de pie también.

-¿López Meneses? ¿El operador de Montesinos y asesor de tu bancada en el  Congreso?

Keiko y Nadine no se bajaban la mirada. Ambas tenían el rostro levantado, los ojos inyectados y el ceño fruncido. Entonces Humala miró a Mark y este se alzó de hombros.

-Por favor –dijo Humala-siéntense.

Nadine miró a Humala y luego se sentó. Keiko hizo lo propio.

-Pero yo de pie me pondré –dijo Mark sorpresivamente-. Usted siendo presidente de Perú, you can´t talk like that about fujimorismo ni sobre suegro mío. Que Fujimori destrozó el país, está bueno, lo destrozó. Que Fujimori sabía todo lo que hizo Montesinos, ok, lo sabía. Pero ¿qué teniendo que ver Fujimori y la cloaca? By the way,  ¿qué siendo cloaca?
-Mejor siéntate  y en la casa te explico –dijo Keiko y luego dirigiéndose a Humala-. Mi esposo tiene razón. Usted como presidente no puede estar insultando a un partido político legítimamente constituido. No deshonre su investidura.
-Entiendo –dijo Humala-. O sea con mi investidura presidencial no puedo criticar, pero Fujimori con su investidura sí pudo saquear el país,  corromper funcionarios y violar los derechos humanos.

Keiko miró a Mark. Luego volteó y volvió a ver a la pareja presidencial.

-De haber sabido que iba a tener este trato, no hubiera venido. Pese a nuestras diferencias pensé que eran gente de palabra. Se supone que nos invitaron para pedirnos disculpas.

Luego miró a su esposo.

-Mark, nos vamos.
-Esperen un momento. ¿Que nosotros le íbamos a pedir disculpas? –preguntó Humala-.  A mí me dijeron todo lo contrario.

Ambas parejas se miraron consternadas, buscando respuesta en los otros. De pronto, Keiko mira a Mark.

-Mark –dijo Keiko tomándose la cabeza- tú recibiste la llamada de Palacio, ¿no?
-Sí, dijeron que nosotros teniendo que pedirles disculpas.
-¿Eso te dijeron? Pero tú me dijiste otra cosa.
-Yo decirte que nos esperaban para pedirles que nos den unas disculpas. ¿Que no siendo lo mismo?

Publicado en la revista Velaverde N°91

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