lunes, 15 de junio de 2015

El Congreso: superándose a sí mismo


Si bien es cierto que los peruanos esperábamos un congreso mediocre, nunca pensamos que este pudiera superar largamente nuestras expectativas.

Pero, recordemos la historia, ¿siempre ha sido así el Congreso? Desde luego que no. Personajes ilustres han pasado por él, sin embargo de ello hoy poco o nada queda. Hay más que una distancia cronológica entre el diputado Miguel Grau de 1879 y el repartidor de pescado Alberto Kouri del 2000. 



Uno de los signos más visibles de que las cosas estaban cambiando ocurrió en las elecciones de 1995 cuando a un gran número de peruanos se le ocurrió una idea: ¿Y si votamos por la nalga numerada de Susy Díaz?

Muchos otros casos llamativos siguieron después. Y aunque no podemos mencionarlos todos, repasaremos brevemente algunos de ellos. Para no retroceder tanto, recordemos el Congreso elegido el 2006.

El entonces desconocido José Anaya había pasado gastos de representación por cerca de mil soles en consumo de pollos a la brasa. ¿Eso era malo? Pues en esencia no, pero al Poder Judicial no le gustó mucho que ese dinero haya terminado en realidad en sus bolsillos. Ello hizo que  Anaya se ganase el apelativo de “comepollo” y, luego, la cárcel. 

"Es que se metía a mi casa y se comía mis gallinas", dijo Miró Ruiz tratando de explicar por qué había disparado a matar al pequeño perro de su vecina. El “mataperros” se libró de la cárcel, aunque no del escarnio público, lo que no le preocupó demasiado considerando que no sabía el significado de “escarnio”.

Cuando una trabajadora de Rosario Sasieta dijo que esta la obligaba a lavarle los pies, algunos dudaron de su versión. “Créanme, son pecosos, blancos y con callos”, dijo la mujer al borde del llanto. El caso de la “lavapies”, sin embargo, no paso a mayores, aunque no parece ser casual que la trabajadora haya terminado de pedicurista.
 
¿Y qué decir de nuestros actuales representantes? Veamos algunos casos.

El primero en ser cuestionado fue el brujo de Cachiche Omar Chehade. Al ex vicepresidente se le descubrió reuniéndose con policiales de alto rango para organizar un desalojo. Las sospechas se activaron porque antes de ir a la cita los policías habían hecho sus compras en Wong.

De otro lado, al poco tiempo de ser elegido, diversas denuncias daban cuenta que Eulogio Amado Romero era en realidad un minero informal a gran escala. El “comeoro”  fue suspendido por el Congreso sin derecho a cobrar su sueldo, aunque considerando que el precio del oro siguió en ascenso,  la medida no pareció importarle.

Otro escándalo surgió cuando se conoció que la empresa de cable de Celia Anicama comercializaba a 30 soles el paquete básico de canales cuya señal había robado. La denuncia contra la “robacable” se originó cuando su empresa no supo explicarle a uno de sus clientes por qué la señal de Playboy se le mezclaba con la del canal del Congreso.

Un acápite aparte  se requiere para hablar de Rubén Condori. La primera vez que logró atención mediática fue cuando se le vio apretando un botón para votar en un escaño que no era el suyo. El “robavoto” se justificó diciendo: “se me salió el niño”. La segunda vez fue cuando increíblemente citó a Hitler para justificar su voto en contra de la Unión Civil. “Se me salió el criterio”, explicó entonces.

Esta semana, otro miembro del Congreso concitó la atención no solo local sino también mundial. Juan Carlos Eguren, para sustentar su negativa a que se legalicen los abortos en casos de violación, sostuvo que una mujer no puede quedar embarazada si es violada en la calle. “Es que no hay lubricación”, dijo al concluir con su declaración y, quizá, con su carrera política.

Algunos colegas suyos no dudaron en expresar su pena y consternación al ver partir tan pronto a una persona que parecía tan centrada y razonable. “Si hace unos días nomás lo vi y estaba políticamente tan vivo, tan lleno de salud”, dijo uno de sus allegados. “No somos nada”, sostuvo sollozando otro de ellos y, francamente, habría que darle la razón. 


Publicado en la revista Velaverde Nº119

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