lunes, 15 de agosto de 2016

La rutina de PPK

Fernando Zavala ingresa al despacho presidencial en Palacio de Gobierno. Encuentra al presidente radiante,  de buzo y zapatillas, con una botella de agua en la mano y una pequeña toalla colgando de su hombro. El Premier, en terno, lo mira con cierta desazón.



-Pero Fernando, ¿y tu buzo?
-¿Cuál buzo?
-¿Cómo que cuál buzo? Hoy es jueves.
-Ah ya, jueves de patas.
-No.
-Jueves del Consejo de Ministros.
-No, Bueno, sí, pero eso no es lo importante.
-¿Entonces?
-Ya pues Fernando, no te hagas, ¿qué crees que he nacido ayer?

Zavala lo mira y mueve la cabeza a los lados.

-No, para nada.
-Pero entonces por qué no te has puesto el buzo. Sabes que los jueves hacemos la rutina de ejercicios con todos los ministros.

Zavala asiente y se reacomoda la corbata.

-Es que hay un problema.
-¿Cuál? ¿Nos siguen criticando por usar zapatillas Adidas y Nike? No te preocupes, me he puesto unas Tigre.
-No se trata de las marcas señor presidente.
-¿Y entonces?
-Es que no sé cómo decirle.
-¿Qué me tienes que decir?

El Premier da un paso hacia adelante.

-Muy bien, se lo diré.
Zavala arrastra una silla y la coloca frente a PPK.
-Señor presidente, los instructores no van a venir.
-¿Cómo que no van a venir?
-Es que les salió otro contrato.
-Pero ¿cómo así?
-Es que Keiko los contrató.

El presidente se pone de pie y camina por todos lados del despacho.

-Keiko solo quiere molestarme. Pero ellos tienen un contrato.
-No.
-¿No tienen un contrato?
-No, ahora tienen dos. El de usted  y el de Keiko.
-¿Y quién pesa más?

Zavala lo mira y sonríe ampliamente.

-Bueno, señor presidente, soy un caballero, no me haga responder eso.
-A ver, Fernando, dejémonos de cosas. Ahorita mismo te vas y me traes dos instructores.
-¿Ahorita?
-¡Right now!
-Pero señor presidente. El que ha venido es Henrique Capriles, de Venezuela.
-¿Capriles?
-Sí, ¿lo hago pasar?
-No sé, ¿tú crees que pueda servirnos como instructor?
-La verdad creo que no.
-Bueno, entonces olvídate de él. Tú concéntrate en conseguir a los instructores y me avisas para empezar con los ejercicios.
-De acuerdo, señor presidente.
-¿Algo más?
-Sí, ¿qué hago con Capriles?

El presidente sopesa por un instante la situación.

-No sé, dime, ¿ha venido en buzo?


Publicado en la revista Velaverde Nº176

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