lunes, 23 de noviembre de 2015

De Alan, PPTs y plagios

Del Castillo toca la puerta del despacho de Alan García. Sin esperar señal alguna, el ex premier del gobierno aprista ingresa. Alan lo mira con seriedad y le da un fuerte apretón de manos. Del Castillo toma asiento.

-Bueno, Jorge, hablemos francamente. ¿Cómo van las cosas?

Del Castillo lo mira, lo sopesa.

-Vamos, dime –insiste Alan.
-Estamos muy mal.

García se sorprende por un instante. Acusa el golpe. Luego se inclina hacia Del Castillo.

-¿Tanto así? ¿O sea ya no tenemos posibilidades?
-No, a no ser que…
-¿Qué Jorge? Dime, ¿a no ser que qué?
-A no ser que en marzo le ganemos a Venezuela y a Uruguay. Pero está difícil.



García se pone de pie y da unos pasos hasta detenerse junto al cuadro de Haya de la Torre. Luego camina despacio, muy lento, como contando sus pasos hasta volver a tomar asiento. Mientras tanto, Del Castillo se reacomoda en su asiento.

-Mira Jorge, creo que no te das cuenta de la confianza que he depositado en ti. Te he puesto al mando de  mi campaña. Te he dado la oportunidad de pasar a la historia.

-Pero si el que dirige la campaña eres tú.
-Pero el responsable de ejecutarla eres tú. Así que si pierdo ya sabes culpa de quién va a ser.
-¿De Acuña?
-No, Jorge, será culpa tuya. Y ya no me menciones a ese tipo. ¿Qué se habrá creído? Pronto lo pondremos en su lugar.
-Por ahora va tercero.
-Bueno pues, pero terminará último. La gente nunca dejaría que gobierne alguien sospechoso de malos negocios.
-Pero tú gobernaste Alan.
-¿Qué dices?
-Digo que tú ya gobernaste Alan, ¿por qué tanto empeño en volver a Palacio? ¿Se te olvidó algo ahí?
-Mira Jorge, es algo que no entenderías.
-¿Y si me haces un PPT?

García da un suspiro. Entonces vuelve a ponerse de pie. Empieza a hablar mientras se pasea por su despacho.

-No Jorge, no se trata de algo que haya que explicarte. Es algo que debes sentir y yo siento que he venido a hacer historia. Por ejemplo, tú Jorge, ¿a qué has venido?
-Bueno, tu secretaria me dijo que querías verme.

El expresidente siguió caminando hasta volver a su asiento.

-A ver, Jorge, empecemos de nuevo. ¿Cómo va la campaña?
-Bueno, se ha hecho todo lo que dijiste. Estamos distribuyendo el material a las bases. Justo ayer estuve por el norte y me ha dado mucha alegría ver a nuestros compañeros.
-¿Ah sí? ¿Estaban muy entusiasmados?
-No, me dio alegría porque tiempo que no iba a verlos.
-Entiendo, ¿qué más?
-Eso es todo.
-¿No tienes nada más que decirme?
-Pues no.
-Vamos Jorge, piensa.
-¿Tan temprano?
-Vamos Jorge, no vas a decirme nada de lo que pasó con el Plan de Gobierno.
-Bueno Alan, son cosas que pasan.
-Pero es algo grave.
-Ya pues Alan, no te pongas en ese plan. Te aseguro que eso no va a afectar tu imagen. Además ya nadie lee los planes de gobierno.

García mueve la cabeza a los lados.

-Pero hemos quedado mal Jorge. Que nos digan corruptos, bueno, ya me acostumbré a eso. Que nos digan que tenemos relación con los narcos por Oropeza y los narcoindultos, bueno, vaya y pase, pero que nos digan copiones, piratas…
-También dicen que debemos abrir un local del partido en Azángaro.
-Ya ves Jorge, ¿qué vamos a hacer al respecto?
-Nada, no creo que sea buena idea abrir otro local.
-No, Jorge, me refiero a lo del Plan de Gobierno.
-Nada Alan, ya ni hablar de eso. Hay que esperar nomás que el tiempo pase. Ya vendrán temas nuevos.
-De acuerdo Jorge. ¿Algo más?
-Bueno sí, seguimos buscando el lema para la campaña.
-Pero ya lo tenemos: Alán Perú.
-¿Ese es el lema?
-Claro, ¿no te gusta?
-Sí, sí, está muy bien.

Del Castillo se pone de pie y estira el brazo para despedirse de García. Ambos se dan la mano.

-Bueno Jorge, ya sabes, mi futuro está en tus manos. Me llamas cualquier cosa.
-Claro, cualquier cosa.


Publicado en la revista Velaverde Nº142

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