Manuel Merino: Aló, Edgar.
Edgar Alarcón: Hola, Manuelito. ¿Ya te detuvieron?
MM: ¿Cómo dices?
EA: Pregunto si sigues en libertad.
MM: Claro que estoy en libertad. Yo soy el presidente del Congreso.
EA: Por eso te digo. ¿Qué pasó con la sedición?
MM: Bueno, justo acabo de tomarme un vaso de agua.
EA: Vamos, sabes de qué te hablo.
MM: No, ¿de qué?
EA: De la llamada que hiciste a las Fuerzas Armadas. De que te están
acusando de armar un golpe de Estado.
MM: Pero si yo no armo ni un rompecabezas.
EA: Ya pues, Manuelito. Tú llamaste por el golpe.
MM: No, te estás confundiendo. Yo no llamé por el golpe, sino a golpe.
EA: ¿A golpe?
MM: A golpe del mediodía.
EA: Mmm.
MM: Bueno, pero tampoco te hagas el santo. Tú tienes más
investigaciones que yo.
EA: Escúchame bien. Nada de lo que se me acusa es…jajaja. Perdona, no
aguanté la risa.
MM: Te entiendo. Pero no estamos para reírnos. Nuestro plan no funcionó
cómo lo planeamos. Yo sería presidente y tú el Premier.
EA: Sí pues, estábamos tan cerca.
MM: ¿Y ahora que hago con la banda presidencial?
EA: ¿Y yo? ¿Ahora qué hago con la banda?
Fuente: El Otorongo (Peru21)
No hay comentarios:
Publicar un comentario