Fernando
Zavala ingresa al despacho presidencial en Palacio de Gobierno. Encuentra al
presidente radiante, de buzo y
zapatillas, con una botella de agua en la mano y una pequeña toalla colgando de
su hombro. El Premier, en terno, lo mira con cierta desazón.
-Pero
Fernando, ¿y tu buzo?
-¿Cuál
buzo?
-¿Cómo
que cuál buzo? Hoy es jueves.
-Ah
ya, jueves de patas.
-No.
-Jueves
del Consejo de Ministros.
-No,
Bueno, sí, pero eso no es lo importante.
-¿Entonces?
-Ya
pues Fernando, no te hagas, ¿qué crees que he nacido ayer?
Zavala
lo mira y mueve la cabeza a los lados.
-No,
para nada.
-Pero
entonces por qué no te has puesto el buzo. Sabes que los jueves hacemos la
rutina de ejercicios con todos los ministros.
Zavala
asiente y se reacomoda la corbata.
-Es
que hay un problema.
-¿Cuál?
¿Nos siguen criticando por usar zapatillas Adidas y Nike? No te preocupes, me
he puesto unas Tigre.
-No
se trata de las marcas señor presidente.
-¿Y
entonces?
-Es
que no sé cómo decirle.
-¿Qué
me tienes que decir?
El
Premier da un paso hacia adelante.
-Muy
bien, se lo diré.
Zavala
arrastra una silla y la coloca frente a PPK.
-Señor
presidente, los instructores no van a venir.
-¿Cómo
que no van a venir?
-Es
que les salió otro contrato.
-Pero
¿cómo así?
-Es
que Keiko los contrató.
El
presidente se pone de pie y camina por todos lados del despacho.
-Keiko
solo quiere molestarme. Pero ellos tienen un contrato.
-No.
-¿No
tienen un contrato?
-No,
ahora tienen dos. El de usted y el de
Keiko.
-¿Y
quién pesa más?
Zavala
lo mira y sonríe ampliamente.
-Bueno,
señor presidente, soy un caballero, no me haga responder eso.
-A
ver, Fernando, dejémonos de cosas. Ahorita mismo te vas y me traes dos instructores.
-¿Ahorita?
-¡Right
now!
-Pero
señor presidente. El que ha venido es Henrique Capriles, de Venezuela.
-¿Capriles?
-Sí,
¿lo hago pasar?
-No
sé, ¿tú crees que pueda servirnos como instructor?
-La
verdad creo que no.
-Bueno,
entonces olvídate de él. Tú concéntrate en conseguir a los instructores y me
avisas para empezar con los ejercicios.
-De
acuerdo, señor presidente.
-¿Algo
más?
-Sí,
¿qué hago con Capriles?
El
presidente sopesa por un instante la situación.
Publicado en la revista Velaverde Nº176
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