Toledo llega al local de Perú Posible.
Baja de la camioneta y, cruza a través de un pequeño grupo de militantes que lo
esperaban con papeles y documentos en mano. Cuando la puerta de fierro se
cierra tras de sí, levanta la mira y se dirige a José León, que está junto a
él.
-¿Qué quiere esta gente?
-Lo de siempre, viene de las bases de
provincias a quejar de abusos y otras cosas.
-Pero ¿quién los va a atender?
–pregunta, mientras suben por la escalera hasta el segundo piso.
-Nadie.
-¿Nadie? –pregunta Toledo.
-No, Alejandro, nos faltan brazos para
la campaña.
Llegaron a la oficina central del
expresidente. Toledo se hunde en su silla giratoria y León se sienta frente a
él; solo los separa un escritorio de madera.
-Qué nostalgia –dice Toledo-. Y pensar
que en la campaña pasada nos sobraba gente.
-Es que la vez pasada tenías opción.
Toledo sale de su congoja y abre los
ojos.
-Pero ¡qué dices José!
-Es la verdad Alejandro. Ya no tienes
el mismo arraigo de antes. Las encuestas no mienten.
-Algunas sí.
-Pero no todas pues. Te aprecio
Alejandro, por eso te digo estas cosas.
- No me aprecies tanto. ¿Entonces
crees que debo renunciar?
-No, claro que no. ¿No ves que sin ti
no vamos a pasar la valla electoral?
Toledo se pone de pie.
-¿Y solo me quieres para no perder la
inscripción?
-No, cómo crees.
-Ah bueno.
-También te queremos para poder seguir
en el Congreso.
Toledo toma asiento otra vez y se toca
el mentón.
-Bueno, ya. A todos nos conviene que
yo gané.
-Pero ya te dije que nos conformamos
con que pases del 5%.
El expresidente, ignorándolo ya,
prende el televisor. En la pantalla, aparece el propio Toledo repartiendo
tamales y saludando a todos con su característica voz engolada.
-Ya ves cómo la gente me quiere –dice
Toledo, sonriendo.
Entonces, alguien, al parecer un
reportero, le pregunta a Toledo qué opinaba de la Ley de unión civil. En la
pantalla, un Toledo desorientado, responde: “Yo soy hombre”. En seguida, se ve la imagen del congresista
Carlos Bruce, quien afirma que el expresidente le debe una disculpa a la
comunidad gay.
-Alejandro, ¿qué has hecho? ¿Cuándo ha
sido eso?
-Ahora en la mañana.
-Por Dios, Alejandro, debes pensar
bien lo que vas a decir.
-Yo dije lo que pienso.
-Haces mal pues. Este tema es muy
delicado.
-Es un tema de delicados querrás decir.
-Yo sé, pero eso no vas a decir. Según
Bruce, el 10% de peruanos es gay. Son como 3 millones. ¿Te imaginas?
-¿El 10%?
-Sí.
-¿O sea el 10% de mi partido es gay?
León enmudece un par de segundos.
-Pues sí –dice- debe ser.
Toledo mueve la cabeza a los lados.
-Yo soy hombre, carajo. Averíguame
quién es del otro equipo y lo sacas del partido.
-Pero Alejandro, los gays también
votan. Piensa en ellos como posibles votos.
-Ni pienses que voy pedir disculpas
por ser un hombre.
-¿Por ser un hombre que no piensa?
El
expresidente señala a León.
-Cuidado
con lo que dices José.
-Perdóname
Alejandro, pero es que me pone muy nervioso que sigamos tan mal en las
encuestas.
-¿Seguimos
mal?
-Claro.
-Pero
no te habían dicho que mis posibilidades de subir eran mayores que las de
bajar.
-Claro,
porque ya no puedes bajar mucho más.
Toledo
vuelve a poner su atención en el televisor. Ahí aparece Lourdes Flores hablando
que el PPC todavía no toma una decisión definitiva respecto a las alianzas.
-José,
¿y si nos vamos en alianza?
-¿Con
el PPC?
-Exacto.
¿No ves que están desesperados?
-Pero
no creo que estén tan desesperados.
-Eso
lo decidirán ellos.
-Yo
estaba pensando más bien en otras agrupaciones.
-¿Cuáles?
Los de la izquierda están peor que nosotros.
En
ese momento, ingresa el encargado de prensa con un celular en la mano.
-Señor
Toledo, lo están llamando de un canal y están en vivo. Quieren que declare
sobre la ley de unión civil.
Toledo
toma el teléfono.
-¿Ya sabes lo que vas a decir para
reivindicarte?
-Claro –dice Toledo.
Luego de algunas preguntas generales,
el periodista le pregunta directamente por el tema de la ley.
-Lo que dije señor periodista –dice
Toledo- es que yo soy un hombre de familia. Es decir, respeto a los demás, pero
mi concepto de familia es otro.
León sonríe y le da una palmada en la
espalda a Toledo, quien sigue con el enlace telefónico.
-¿Entonces cuál es su concepto de
familia? –le preguntan.
-Una normal pues, amigo periodista, sin
raritos.
Publicado en la revista Velaverde Nº144
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