En el local de Perú Posible, el
expresidente Alejandro Toledo, está caminando de un lado a otro en su oficina.
Sentado en uno de los sillones del lugar, su abogado revisa compulsivamente
varios documentos sobre el tema de Ecoteva.
-Bueno, doctor, dígame la verdad. ¿Ve
alguna salida para mí?
-Eso depende, ¿le dice algo el nombre
del Chapo?
-Vamos doctor, pero ¡qué me está
diciendo!
-Mire señor Toledo, ¿usted me va a pagar
para que le diga la verdad o para que le diga lo que quiere escuchar?
-Yo no le voy a pagar.
-¿Cómo dice?
-Digo que yo no le voy a pagar, sino
el partido.
-Ah bueno.
-Dígame entonces, ¿cuál es mi
situación?
El abogado deja de lado los papeles y
se queda contemplando a Toledo.
-Señor Toledo, esto realmente puede
complicarse.
-Qué injusticia. Después de todo lo
que hice por la democracia, ahora me quieren meter preso por mi candidatura
presidencial.
-No, por lavado de activos. Creí que
lo sabía.
Toledo se detuvo y miró al abogado.
Estuvo punto de hablar cuando su celular timbró en el bolsillo de su pantalón.
Sacó el teléfono y lo pegó a su oreja.
-¿Sí?
-¿Señor Toledo? Buenas tardes, le puedo hacer algunas preguntas.
-¿De qué Fiscalía eres?
-No, yo soy periodista. Disculpe, no
me he presentado. Trabajo en Univisión.
-Ah usted es de la prensa extranjera.
Quiero que sepa que yo respeto profundamente la libertad de expresión.
-Lo sé, señor Toledo. Por eso quisiera
hacerle una entrevista sobre el tema de Ecoteva.
-Es una patraña y no voy a permitir
que se dañe mi imagen.
-Exactamente, por eso mismo queremos
que usted explique este caso.
-Con todo gusto.
-Me gustaría que me reciba en su casa.
-Claro, ¿en la de Camacho o en la de Las
Casuarinas?
-¿Cómo? ¿No decía que la casa de Las
Casuarinas no era suya sino de su suegra?
-Claro, claro, es de ella. Mejor lo
espero en mi casa de Camacho.
Luego de colgar, el abogado le dijo
que esa entrevista podría servir.
-Hay que aprovechar toda oportunidad
para posicionar la idea de que te investigan solo por un tema político, para
evitar su candidatura a la presidencia.
Al día siguiente, sentado en el estudio de su residencia,
Toledo recibe los últimos retoques de la maquiladora. Frente a él, el
periodista le anuncia que van a empezar.
-Señor presidente, de acuerdo a Ipsos, usted y Alan García son percibidos por la mayoría de peruanos como los más corruptos.
-Señor presidente, de acuerdo a Ipsos, usted y Alan García son percibidos por la mayoría de peruanos como los más corruptos.
-No le permito.
-Pero le digo lo que dice Ipsos.
-No le permito a Ipsos.
-Pero Ipsos solo recoge el sentir de los peruanos.
-No le permito al sentir de los peruanos.
-Sin embargo, señor Toledo, hay un hecho real y concreto. Un
juez lo acusa de lavado de activos, ¿qué tiene que decir al respecto?
-Que estoy muy decepcionado.
-¿De usted mismo?
-No, del Ministerio Público. Está clarísimo que lo que en el
fondo quieren es evitar que vuelva a ser presidente.
-¿Quiénes quieren evitar eso? ¿Los peruanos?
Toledo se inclina hacia adelante.
-Oiga, parece que usted ha sido enviado por mis adversarios
políticos.
-No, para nada, señor Toledo, pero es difícil de creer que
usted no supiera de dónde sacó dinero su suegra para comprar la casa de Las
Casuarinas.
-Pero le puedo asegurar que no lo sabía.
-Usted primero dijo que ese dinero había sido una
indemnización que le habían dado a su suegra por ser víctima del
Holocausto.
-Esa fue mi primera respuesta.
-Pero eso no era cierto.
-Lo dije porque no sabía.
-¿Porque no sabía la verdad?
-No, porque no sabía que se iban a dar cuenta.
En ese momento, el abogado, que estaba
viendo la entrevista detrás de los camarógrafos, le hizo una seña a Toledo. El
expresidente le pidió una interrupción al periodista y se acercó hasta su
abogado.
-¿Qué pasa?
-Señor Toledo, acaban de pedir el
embargo de todos sus bienes.
Toledo lo miró, sin signo de
preocupación. El abogado lo vio sorprendido.
-Lo noto tranquilo.
-Es que no tengo por qué preocuparme,
ya no tengo nada a mi nombre.
-Vaya, qué buena jugada. Espero nomás
que el juez no sospeche nada.
-No creo.
-¿Y a nombre de quién está ahora sus
bienes? ¿Eliane? ¿Chantal?
-No, de Ecoteva.
Publicado en la revista Velaverde Nº125
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