Carlos
Morán: Señor presidente, le habla el Ministro del Interior.
Martín
Vizcarra: General Morán. Dígame, ¿pasa algo?
CM:
Con la novedad que los ladrones que robaban relojes se escaparon.
MV:
¿Se escaparon? Pero esto no puede ser. ¿Y a dónde se fueron?
CM:
No sabemos, no dijeron nada.
MV:
¿Y no había cámaras de seguridad?
CM:
No, felizmente.
MV:
¿Por qué felizmente?
CM:
Porque si había se las llevaban.
MV:
Por Dios, general. ¿Pero acaso no tiene gente preparada en esa comisaría?
CM:
Solo tenemos policías.
MV:
A ver, vamos por partes, ¿cómo se escaparon?
CM:
Todo indica que limaron los barrotes.
MV:
Esto es increíble.
CM:
Ni crea, es solo cuestión de técnica.
MV:
¿Y la lima? ¿Cómo la obtuvieron?
CM:
Se las dio el cuartelero, pero con una buena intención. Es que vio que los
ladrones se estaban peleando entre ellos.
MV:
No entiendo, ¿y para qué les dio la lima?
CM:
Para que limen asperezas
MV:
Por Dios. ¿Al menos saben cómo salieron
del local?
CM:
Sí, bastante tranquilos.
MV:
Esto es una vergüenza. Imagino que, para empezar, ya habrá sancionado al
cuartelero.
CM:
Francamente el pobre está deprimido. Al final perdió algo que no podrá
recuperar.
MV:
¿Su prestigio?
CM:
No, su lima.
Fuente: El Otorongo (Peru21-15.11.2019)
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