martes, 8 de abril de 2014

Humala en vivo y en directo

En Palacio de Gobierno un periodista de un medio televi­sivo se encuentra sentado frente al presidente Humala.
–Sr. presidente, una reciente encuesta indica que su aprobación ha bajado un 15 %. ¿Qué tiene que decir? ¿Alguna autocrítica?
–Bueno, yo no creo ser el más indicado para eso. Mejor que el pueblo me autocritique.
–Pero, entonces, ¿no se reconoce algún defecto?
–Bueno, creo que soy demasiado perfeccionista. Nadine me dijo anoche que soy un perfecto…
–Sr. presidente, estamos en vivo.
–Lo sé. Me dijo que soy un perfecto esposo y padre de familia.
–Ah, bueno. Pero no estamos hablando de su vida personal, sino de la actual crisis política. La oposición le echa la culpa de todo a una persona que es de su entera confianza y muy cercana a usted.
Humala lo mira intrigado.
–¿Óscar López Meneses?
–No.
–¿Favre? Yo le aseguro que solo está de vacaciones en Lima.
–No, Sr. presidente –dijo el periodista–, me estoy refiriendo a su esposa. Además, en las encuestas la gran mayoría piensa que ella es la que gobierna. ¿Qué tiene que decir sobre eso?
–Que el que gobierna el país soy yo, y nadie más que yo.
–¿Seguro de eso?
–Totalmente. Justo ayer le pregunté a Nadine y me lo ha confirmado.
–Entonces, la primera dama seguirá…
–Pero ya basta con el tema de la primera dama. Mi esposa no va a postular el 2016. Ella misma me ha dicho que no está interesada en ser presidenta otra vez.
–¿Cómo? ¿Otra vez?
–Bueno, lo que quiero decir es que antes ya había estado interesada en ser presi­denta, ¿me entiende?
–Es difícil entenderlo, Sr. presiden­te; pero mejor pasemos a otros temas. ¿Cómo ve usted el desempeño del premier?
–¿Cuál premier? –dijo Hu­mala.
–El premier, pues, el pre­sidente del Consejo de Mi­nistros.
–¿Jiménez?
–No.
–No me diga, que solito me voy a acordar.
El periodista lo miró extrañado.
–A ver, Lerner, Valdés, Jiménez… Y de ahí… Hummm…
–Villanueva.
–Exacto, ese fue el último; pero le aseguro que pronto nom­braremos a su reemplazo.
–Pero, Sr. presidente, ya hay nuevo premier.
–¿Está usted seguro?
–Claro, el actual premier es Cornejo.
–Ah, verdad, claro, ahora lo recuerdo. Buena gente, Cornejo.
–Bueno, ¿y qué me dice de la ministra Omonte? ¿Seguirá en el cargo?
–Mire, la ministra tiene mi más absoluto respaldo; pero a Nadine no le gusta cómo se viste, así que estamos buscando un reemplazo.
–Ya veo. Y dígame, ¿hay avances en la inseguridad ciudadana?
–Bueno, muchos. Para empezar, hoy en día los robos y ex­torsiones se ordenan desde la cárcel por wifi.
–No, me refiero a qué se está haciendo para defendernos de la delincuencia. ¿Qué ha hecho el ministro, por ejemplo?
–Bueno, el ministro Albán es el primer preocupado por ese tema. Tanto así que ha ordenado que se doble la seguridad policial.
–¿En la ciudad?
–No, en su casa. Están robando mucho por su cuadra.
–¿Y eso es todo?
–No, también me ha contado que hay un par de tocatimbres que tiene en vilo a los vecinos, pero le aseguro que ya caerán.
–No, Sr. presidente, le pregunto qué más se está haciendo en el sector interior.
–Bueno, pensando en el bienestar policial y con el fin de elevar la moral de la institución, el ministro me ha anunciado que va a nombrar como nuevo defensor de la Policía a Pablo Secada.
–¿A Pablo Secada?
–Sí, Albán me ha asegurado que se especializará en velar por las mujeres policías.
–Pero, Sr. presidente, ¿usted cree que sea la mejor decisión?
–Entiendo su reparo, señor periodista, a Secada le falta todavía; pero no se preocupe, que Albán lo va a mandar a un Cenecape para reforzar su preparación.
El periodista alzó las cejas.
–Por lo que veo, Sr. presidente, a usted no le preocupa estar en el fondo de las encuestas.
–La verdad, no. Nadine siempre me dice que yo, en el fondo, soy bueno.
Publicado en la revista Velaverde N°55

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