martes, 25 de febrero de 2014

Un día en el PPC

En la sala de la casa de Lourdes Flores, se encuentran sentados  ella, Marisol Pérez Tello y Alberto Beingolea. Frente a ellos está Raúl Castro, presidente del PPC.

-Vamos Lourdes, te lo pido por última vez, rectifícate–dijo Castro- ¿Ya viste lo último de  Secada? Le debe al SAT, a la SUNAT y a Flora Tristán.

-¿A la organización feminista? ¿Y qué le debe?

-Por lo menos una disculpa, ¿no?

-Te equivocas Raúl. Pablo es un muchacho de primera, no ha hecho nada incorrecto y tiene todo mi respaldo. Además, tú sabes que detrás de todas estas denuncias está la trilogía del mal: Alan, Castañeda y Kouri.



Castro se toma la frente. Pérez Tello y Beingolea lo miran atentos.

-No niego eso, Lourdes -dijo Castro- pero es un tema ético. Mira, yo ya convoqué a una conferencia de prensa para  anunciar que Secada no va más. Y sería bueno para el partido que me acompañes.

-No voy a ir Raúl –dijo Flores- Y si haces eso no me dejas más alternativa que recurrir al Comando de Emergencia del partido.

-No puedes hacer eso Lourdes.

-Claro que puedo.

-No, en serio, no puedes. Ese comando no existe.

- Ah bueno –dijo Flores.

Castro se puso de pie, se despidió de todos  y se fue.

-Bien hecho Lourdes –dijo Beingolea-  hay que apoyar a Pablo.

-A propósito, ¿dónde está? –dijo Pérez Tello.

-Tenía una entrevista. Ya debe estar en el aire- dijo Beingolea.

Lourdes, algo preocupada, levantó el control remoto y encendió el televisor. En la pantalla, un periodista daba la bienvenida al precandidato.

-Sr. Secada, mucho se ha hablado de la mujer que está a su lado y que lo apoya desinteresadamente. Algunos consideran que eso la puede perjudicar porque…

-Pero por favor, ese tema ya está cerrado. Mi esposa ya explicó todo lo que tenía que explicar.

-Pero yo me refiero a Lourdes Flores.

Secada lo miró  y achinó los ojos.

-Hablemos de otra cosa mejor –dijo el periodista- dígame, por lo que sabemos usted mantendrá su precandidatura.

-No tengo por qué retirarla.

-Entonces pretende ser el candidato revelación. Usted pretende dar el golpe.

-¿De qué golpe me estás hablando? ¿Otra vez con el tema? Ya basta por favor. Todo eso ya está cerrado y sellado. Yo nunca le he pegado a una mujer.

-Pero yo no le he hablado de eso.

-Ya sé –dijo Secada- tú trabajas para la trilogía del mal ¿no?

-Sr. Secada se está confundiendo.

-No, no me estoy confundiendo. Tú trabajas para la trilogía del mal y seguro que  también perteneces al lado oscuro de la fuerza.

-A ver Sr. Secada, hablemos mejor de lo que piensa hacer en el municipio. El transporte, por ejemplo, es un caos y las autoridades no han sabido hacerse respetar. Dígame, según usted, ¿qué pasó con la Policía de Tránsito?

-Pero por favor, ya basta. Esto es demasiado. Ya dije que no pasó nada con la policía. Es falso que la haya empujado. Eso también es un tema cerrado, sellado y clausurado.

-Pero no me ha entendido.

-Te he entendido muy bien –dijo Secada, señalando al periodista- Y sabes qué, ya basta, ya me cansé de todo este circo.

-Pero cálmese Sr. Secada.

-No, no –dijo poniéndose de pie- estoy harto. Si no quieren que postule no postulo, total, ni falta que me hace. Lourdes tenía razón, por mí pueden meterse la alcaldía al…

Lourdes apagó el televisor y dejó caer el control remoto. Pérez Tello y Beingolea se quedaron inmóviles. Los tres siguieron mirando unos segundos más la pantalla apagada.

-Vaya –dijo Flores, rompiendo el silencio- el muchacho no puede con su genio.
 
-Tenemos que hacer algo–dijo Pérez Tello.

-Tienes razón.

Flores saca su celular y marca un número.

-Aló ¿Raulito?, hermanito del alma –dijo forzando una sonrisa- ¿a qué hora dijiste que era la conferencia?

Publicado en la revista Velaverde Nº52 



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